RESEÑAS

Good Morning Bagdad

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El festival se realiza en la Plaza Palermo Viejo, que queda en Costa Rica y Malabia. Su paisaje, como no puede ser de otra manera en una zona tan “in” de palermuchi, es careta. La mayoría de los chicos y chicas son lindos, están vestidos a la moda y sobreactúan un estado de espontaneidad y frescura. Tanto es así, que en éste lugar los freaks son la gente común, el pibe con la remera de Boca, un rollinga.

Alrededor de la plaza hay más de cien stands que venden ropa, comida, discos, revistas, fanzines, arte; pero lo central son los grupos así que hacia allá vamos.

Todo el evento dura 12 horas y tocan diez bandas, esto significa que el primer grupo que arranca a las 15 puntual, hora en la que el sol agujerea la cabeza de las personas y los espacios de sombra cotizan alto, no es visto por casi nadie. Es duro pero es así, si se quiere llegar vivo al último grupo se tiene que resignar el primero. No vi a GRASS HOPPER.

Empiezo por MEDUSA, a éstos sí los vi. La banda de MARCELO MONTOLIVO, el conocido critico de rock, suena bien, es glam rock, pero a primera impresión pienso: – ¿pero cómo, hacen glam y no hay ni una sola pluma arriba del escenario, nadie tiene tacos, ni maquillaje ni hace movimientos sexys, y por el contrario tenemos a señores que ya pasaron los treinta y pico? La contradicción choca, porque si tocan un género que se llama glamour y los músicos no lo tienen, se va todo al carajo. Pero bueno, no es para tanto, suenan bien.

Al rato sube TRAVESTI, que es un dúo de zona sur, más precisamente de Burzaco, barrio de malevos. Su look es medio LOU REED y su música también, lo que confirma aquella teoría de que en el sur a los pibes les venden discos de la VELVET en los kioscos como si fueran chupetines. Tira bases, canta y toca la guitarra arriba de eso, suena agresivo con acoples largos encima de las canciones pero las melodías son más bien pop.

Después, PLACER. Esta banda es interesante, también vienen de zona sur, tienen aspecto de limados y hasta me llega el comentario de que uno de sus integrantes estuvo internado por drogas, eso si que queda bien en una banda de rock. Es pop de guitarras, desprolijo, con estilo, el cantante es una mezcla entre FRANK BLACK, WALLAS de MASSACRE y LIAM GALLAGER. Sobre todo se parece a éste último por su voz rota, una postura desafiante hacia el público y porque es un poco estático en el escenario.

Son las 18 y vaya puntualidad, sube BRIAN STROMING. Estos tipos podrían tranquilamente ser europeos, quizás ingleses o franceses. Cantan en inglés y son como ocho, tocan un pop progresivo, muy cerebral, con muchas partes diferentes. La voz apenas se escucha, es un instrumento más. Hay flauta traversa, trompeta, sintetizadores que disparan orquestas con violines. Seguramente fueron los que más tardaron en probar sonido.

HAMACAS AL RIO, el siguiente grupo, aburre un poco. La cantante y líder del grupo, es linda pero no se produce, canta bien pero un poco exagerado, las canciones son lentas, muy lentas, intentan crear clima. Trato de ser paciente, de encontrar algo que me guste en ellos, casi lo logro, cuando de repente un amigo que tengo al lado me dice “en el rock hay demasiada tolerancia, yo les encajaría un tomatazo en la cara”. Y ahí dije basta, que venga el que sigue.
El que sigue: EMISOR, un nerd electrónico que no hace bailar, es abstracto, mid tempo, funciona de nexo entre un clima de armonía y el lado salvaje del festival que empieza con DDT.

La banda de SHARLY sigue haciendo lo mismo que en 1996, la temática de las letras sigue siendo la misma, el dandy villero, roquero y canchero. Aporta una cuota de nostalgia para que todos sonriamos y recordemos nuestras épocas de pogo. Pero, que bien que lo hace, que aguda y filosa que suena esa Les Paul, cuanto rock, que bien que se mueve SHARLY arriba del escenario, que bailables son todas sus canciones. Hace clásicos como “Dandy rock club”, “Weekend”, “No tienes precio” y nos pone de buen humor.

La última estrella fue CARCA, cuanta onda que tiene. Es arrogante al punto justo, está vestido como un heavy glam de los ochentas, con zapatillas de básquet enormes, un jean bien ajustado, musculosa de colores y campera de cuero. Su guitarra es blanca con unas rayas rojas, el modelo es rarísimo. Las canciones son puro rock, sus riffs emocionan, las letras nos convencen de cuan triste sería nuestra vida sin rock, y tienen razón. Pero CARCA es sabio, construye un personaje como si fuera actor, a la perfección, sus movimientos pélvicos desconciertan, sus solos exagerados lo magnifican, no hay nada en su show que quede librado al azar. Entró quejándose por la música ambient que sonaba antes de que él subiera y se despidió diciendo que aunque no lo veamos el rock siempre está. Conmovedor.

Para terminar la fiesta en paz y a tono actual despidió el evento el DJ FABIAN DELLAMONICA, groovero, para bailar y despejar la mente observando las curvas de las chicas de Palermo.

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