RESEÑAS
Garage Attack 2

No es solo rock and roll
Si bien la actividad de las bandas sobre el escenario fue el espectáculo principal, no fue esa la única atracción de la velada. También hubo feria de discos, revistas y fanzines acorde a la ocasión, una pista de baile increíblemente acertada, con GORI de FANTASMAGORIA y Dj ROLLINGUEZ como encargados de las bandejas y, como si esto fuera poco, la participación de PACHI BARREIRO, quien ofició, siempre copete en mano, de presentador de los shows.
Surf-A-Billy
El primer turno fue para los DISTORTION SURF, con su surf punk distorsionado (como su nombre lo indica). Un beat californiano muy velozmente tocado, con marcadas influencias de bandas como THE SHADOWS o DICK DALE, pero que nos retrotrae, por su sonoridad, mas bien a los SOCIAL DISTORTION. El salón no estaba del todo lleno cuando estos empezaron, pero los alaridos de guitarra, los achaques violentos a la batería y la alegría de los presentes, precipitaron a la multitud que todavía esperaba afuera del recinto. El de los DS resultó ser un atractivo y abrasivo set instrumental, bien elegido para comenzar el ataque.
Ritmo, golpe y locura
Algo después fue el momento de LOS GRILLOS quienes, cuando no, hicieron bailar y agitar los flequillos a toda la audiencia. El feedback de TITO GRILLO -voz y guitarra líder del combo- con el público fue una constante que hizo reír a todos durante el set. En lo musical, estuvieron agresivos y virtuosos, sobretodo en los temas que se perfilan más al estilo power trío de bandas argentas del 70 como MANAL o VOX DEI, pero tampoco dejaron de lado el powerbeat a lo THE WHO de sus comienzos, hace ya 7 años.
En cuanto al sello personal, el carisma de Tito y las letras de la banda tiñen su música de forma pintoresca y burlonamente simpática, tornando la virtuosa propuesta en algo caricaturesco.
En el repertorio presentado se sucedieron temas como el punzante “Mal aprendido”, la balada shake “Ritmo, golpe y locura” y hasta un cover de “Sheena is a punk rocker” como tributo al difunto Ramone, en medio de un tema propio. Oficiaron de hits el propio “Hey hey mod” y el cover de THE WHO (cuando no) “I Can’t explain”.
La propuesta de LOS GRILLOS es una combinación de baile y concierto, de beat pegadizo y rock duro, del mod style británico y de la argentinidad más barrial, que hace de los muchachos de Lanús, una banda para animarse a ver sin juicio previo.
Acid rock y otras yerbas
Repitiendo la exitosísima aparición en el primer Garage Attack, THE TANDOORIS subió para hacer lo que sabe y conoce: las más pegadizas vibraciones rocanroleras. Presentaron una intensa pared de sonido postulada por las dos guitarras, el bajo distorsionado y la batería rectilínea de sus cuatro integrantes. También combinaron de forma delicada las melodías de voz de DARIO DRUGGY con los correctos coros del primer violero MARCELO PEREZ, trazando así un sello personal que se ubica en la fina línea que divide el Acid Beat del garage psicodélico.
Hicieron todos temas propios, composiciones en inglés, algunos editados en su primer LP ”Walking Blind” y otros por editarse en lo que será su segundo trabajo de estudio, a llamarse “Science Fiction Guaranted” . Esta vez utilizaron su cuasi hit llamado “You complain too much” para abrir el set, y se despidieron con el belicoso “Chemical War”. THE TANDOORIS fueron otro flechazo altamente efectivo a nuestros corazones sesentistas.
Fieras explosivas y feroces
El ataque garagero fue representado en su máxima expresión por los ZORROS PETARDOS SALVAJES, por lo ofensivo de sus composiciones, lo explosivo de su ritmo y, lógicamente, su religiosa cobertura garage rock. Con un público ya entregado (muchos habían bajado los brazos ya), el cuarteto fue el encargado de cerrar el combate a golpe de knock out. Y créanme que lo lograron. Trituraron todos los sonidos que los influencian bajo el fuzz reverberante de sus guitarras aceleradas, y las contundentes bases de bajo y batería.
Estuvieron más sutiles que de costumbre, mechando esta vez algún suave pasaje entre sus aguerridas composiciones. No por nada son unos zorros. Pero ojo, no se confundan, al final supieron inmolarse sobre el escenario, fieles a su impronta petardo y salvaje que lícitamente llevan en el nombre. Una postura idónea de los ZPS que los hace número puesto para este tipo de festivales.
En un año de pobres visitas internacionales, sin BA Stomp 5 ni muchas interesantes ediciones discográficas, se reúnen las bandas de esta movida de ritmos olvidados por la prensa marketinera, para atacar los oídos de quienes todavía creen en el rock “disímil”. En este caso un rock que, si bien hace revival de bandas de hace ya 35 años, tienen una actitud más que original entre la media popular, haciendo de sus posturas artísticas, algo muchísimo más interesante y, paradójicamente, de aires renovadores.
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