RESEÑAS
Espíritu Calaveralma

El ”espíritu Calaveralma venía amagando con salir hace años: se manifestaba en canciones de LOS FABULOSOS CADILLACS como Calaveras y diablitos, Surfer Calavera, El Muerto (Calavera vivirá / muerto en vida reencarnación), Piazzolla (llevate mi corazón, vida calavera), Sábato (Parque Lezama de diablos, calavera del maestro de Buenos Aires) y también en el nombre del disco que amenazó con transformar a todo el rock nacional y acabó modificando radicalmente a los Cadillacs, Fabulosos Calavera.
FLAVIO CIANCIARULLO estaba madurando, aprendiendo y tocando cada vez mejor el bajo -incluso comenzó a tomar clases con JAVIER MALOSETTI-, y grabó Peso Argento con RICARDO IORIO (Punta, gualicho, sangre. / Guadaña, calavera, cantaban en Nacido y criado en el sur de ese disco).
Pero el espíritu Calaveralma exigía tener una vida propia, por lo que Flavio dejó a los Cadillacs (¿definitivamente?), vivió unos meses en México con su mujer mexicana, produjo a algunos grupos de allá y grabó dos discos seguidos –Flavio, viejo, solo y peludo y El marplatense– que no fueron editados tan seguidos como fueron grabados.
Ahora el espíritu Calaveralma lo trajo de vuelta a Buenos Aires, al Club del Vino (para los amantes del vino, la copa de Malbec 2001 de Cavas de Santos rojo rubí intenso y con un elegante balance en final de boca sale $7) , y el CALAVERALMA TRIO mutó a CALAVERALMA a secas, y en formato de sexteto. A Flavio, al tecladista Gustavo Liamgot (ex LITTO NEBBIA y PEZ) y a José Balé en batería (¡qué buenos bigotes que tiene!) se sumaron los virtuosos Gonzalo Franzoni (guitarra y coros), Iván Macchiavello (percusión y coros) y el mexicano Camilo Mejía (sufrió las cargadas de sus compañeros por su acento mexicano, a las que respondió imitando a la perfección las frases típicas del porteño) en flauta y voz -por momentos similar a la de JUAN CARLOS BAGLIETTO- para darle un sonido más rockero a las canciones sin que por eso pierdan belleza y armonía.
A las 2 de la mañana, Flavio, vestido de negro y con un pañuelo en la frente que no ocultaba su calvicie, inició el recital de CALAVERALMA con Alquimia jugaba lejos del Mantra, un carnavalito-funky-tribal al que le siguió San Pugliese, un candombe jazzeado. También incursionó en el tango con Los inútiles, pasó por el folklore del litoral argentino y por la murga uruguaya (Felicidad, dedicada a su hermana convertida en monja de clausura a los 28 años, 11 chantas) y llegó a la explosión beatle preguntándose ¿Quién es Mongo Aurelio Super-star?. La percusión del hit Cadillac Matador apareció por unos segundos, pero Flavio, irónico y divertido y al mismo tiempo haciendo una declaración de principios, la cortó con un Ese es el atajo… ¡Me extraña!.
La mixtura de ritmos y estilos musicales, la nueva formación, la nueva manera de cantar de Flavio (más cercana a la de GUSTAVO CORDERA de la BERSUIT que a la de RICARDO IORIO) y la frase antes mencionada sintetizan el estado del siempre variante espíritu Calaveralma. El sábado que viene vuelve a manifestarse.
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