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Esperanzas renovadas
Lacuna Coil conformó, ahora sí, a todos sus fanáticos con un enérgico concierto de dos horas en el Teatro Vorterix, luego de su breve y frío show de 2012.
La banda italiana de metal alternativo con inicios góticos tocaría por tercera vez en nuestro tras un correcto debut en 2010 y un insípido regreso en 2012. De igual modo, el público argentino les había perdido rastro, especialmente después de un desafortunado “Shallow Life” (2009). Entonces, ayudados por una producción más interesante como “Dark Adrenaline” (2012), tenían la oportunidad de redimirse y mostrar porqué fueron tan considerados en la escena.
Por la revancha
Para amenizar la espera se presentaron los locales Dreamflight y Moonlight Asylum, quienes fueron escuchados con atención por los presentes. Los Dreamflight mostraron buenas condiciones a pesar cierta saturación en el audio. A Moonlight Asylum, habitúes en shows internacionales, se los escuchó muy profesionales aunque su propuesta electrónica-gótica no fue del gusto de la mayoría.
Cuando los Lacuna Coil saltaron a escena, a las 21.15, algunos espectadores notarían dos cambios en su formación estable; su baterista Cristiano Mozatti se bajó de la gira latinoamericana porque fue padre recientemente, y en su lugar apareció Ryan Folden, de This is She (rock electrónico desde Los Ángeles). Sin embargo, llamó más la atención la ausencia de su bajista Marco Coti Zelati (por lesión en su muñeca) ya que la banda decidió no reemplazarlo.
Sin embargo, esta situación pasó desapercibida para la gran mayoría; verlos en escena con una gran actitud y predisposición hizo que estos inconvenientes no tomaran notoriedad. El arranque prometedor con “Don’t believe in tomorrow” y “I won’t tell you” colaboró decididamente. Pero, sin dudas, la presencia de Cristina Scabbia es un imán para los espectadores, por su sex appeal y su personalidad avasallante. Ella genera concentración máxima en los fans.
Su pico de popularidad fue entre la salida de su mejor disco, “Comalies” (2002), y el siguiente, “Karmacode” (2006). Entonces, como era de esperar, la reacción de los seguidores al momento de las canciones de «Comalies» fue instantánea. Todos disfrutaron de las pegadizas melodías «Self deception» y «Heaven’s lie»; si bien en este disco todavía mostraban su costado gótico, ya aparecían guitarras y estribillos modernosos que profundizarían en las siguientes placas.
Luego de 10 minutos de break, donde reacondicionaron el escenario para la sección acústica, apareció Cristina con la camiseta del seleccionado argentino. Junto a los guitarristas Marco Biazzi y Cristiano Migliore entonó en forma solitaria “Falling again”, una canción del debut “In reverie” (1999). Después si apareció la figura de Andrea Ferro para ser el partenaire ideal de la atractiva mujer. De este modo íntimo pasaron «Closer», «Within me» y «Shallow life».
Para la vuelta de lo eléctrico las canciones de «Dark adrenaline», su última placa, tuvieron mayor preponderancia. Esta cuenta con buenos momentos, tal como se notó en la sentida y ganchera «End of time» o la poderosa y ñu metalera «Trip of darkness». El cierre fue con «My spirit», con un recuerdo especial a Peter Steele, el fallecido cantante y bajista de Type O’ Negative.
Lacuna Coil pudo revertir su imagen gracias a una gran entrega de sus músicos, a una muy buena selección de canciones y a una sección acústica elegante. Ahora necesitan de un próximo gran disco para que este los vuelva a posicionar en el circulo de grandes bandas del metal europeo.
*Fotos por Fernando Fernández.
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