RESEÑAS
Escape a la alegría

El cuarteto de Las Vegas llegaba a nuestro país por primera vez después de una corta pero fructífera carrera. En apenas seis años se lograron establecer como una de las bandas más populares y talentosas del post hardcore, especialmente porque su sonido va más allá del género. Es decir, se filtran entre sus melodías cosas de rock alternativo, punk melódico, heavy metal y death metal.
A su vez, sus dos discos tuvieron una muy buena aceptación en el público local, tal es así que su debut, “Dying is your latest fashion” (2006), trepó al puesto 12 del “Billboard Heatseekers” y al puesto 19 del “Top Independent Albums”. La fama se acrecentó cuando su hoy ex cantante Ronnie Radke quedó detenido por estar involucrado en un asesinato. El grupo decidió seguir adelante y contratar al ex vocalista de Blessthefall, Craig Mabbit, en mayo de 2008.
Desde temprano los jóvenes se acercaron a las inmediaciones del local de Palermo con la ansiedad lógica de ver a sus ídolos. Con la apertura de puertas a las 19, la adrenalina se fue acrecentando.
Como única banda soporte subieron los chicos de Armonia, quienes con su screamo ultra ajustado y contundente dejaron más que sorprendidos a los espectadores. Tocaron algunas canciones de su EP “Outside the wood”.
A la sirena de policía que anunciaba el comienzo del show se le cruzaban los aullidos femeninos. Mabbitt (voz), Max Green (bajo), Bryan Money (guitarra) y Robert Ortiz (batería) estaban a segundos de aparecer y la locura de las niñas era total. Con los primeros acordes de “There’s no sympathy for the dead”, sus sueños se hicieron realidad.
Por su lado, Escape The Fate demostró desde el comienzo ser una banda extremadamente profesional, con un audio súper prolijo y unas canciones gancheras y poderosas. Las partes melódicas tienen más preponderancias que las violentas, especialmente en las canciones de su segundo disco “This war is ours” (2008). “You are so beautiful” y “Ashley” son dos buenos ejemplos. Estos estribillos eran coreados de punta a punta por sus seguidores.
Los rostros emocionados fueron una constante durante todo el show, sobre todo cuando sonaban canciones como “Something”, “Not good enough for truth in cliché” o “10 miles wide”. Algunas niñas también dejaban caer algunas lágrimas.
“One more song”, reclamaban los chicos durante el pequeño break. A la vuelta, su baterista Robert Ortiz inició un solo a doble bombo que sirvió de introducción para la aclamada “Situations”. Previo al cierre, aparecieron una vez más los halagos a las mujeres argentinas.
La locura final llegó con “This war is ours (the guillotine Part II)”, en donde su cantante interactuó con la gente como nunca antes, formando dos bandas para que después se reencuentren en la parte violenta. En la despedida, Ortiz pidió más gritos para regalar sus palillos.
Escape The Fate logró sobresalir dentro de un género saturado y con pocas innovaciones, debido a algunos toques distintivos: fusionar con otros estilos, videos clips súper producidos, el conflicto con su ex cantante, entre demás cuestiones. Ahora con su nuevo disco, a editarse en noviembre, tratarán de expandirse aún más. Veremos cuál será su futuro más próximo.
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