RESEÑAS

¡Es una cosa THE LOCOS!

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Fecha: 14 de octubre.

Pacientes: PIPI (voz), SANTI (guitarra), ANDRÉS (bajo), HATUEY (batería), GONZO (saxo) y DAVID (trombón).

Síntomas: Ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje en forma de rima y comportamiento catatónico canalizado en movimientos al ritmo del ska-punk.

Técnica de evaluación a administrar: Observación in situ. Para un mejor diagnóstico se examina a los pacientes en su ámbito de acción: el escenario (en este caso de El Teatro de Flores).

Contexto: Luego del peritaje psicológico de ASESINOS CEREALES (quienes mostraron episodios de delirio ska-punk) y ante casi 2000 pacientes caratulados como “público”.

Descripción de la escena:

A las 21.30, PIPI hace su aparición con la camiseta argentina moviéndose compulsivamente al ritmo de “Paleto visión”. Los demás pacientes siguen su comportamiento secundándolo con sus instrumentos. Las compulsiones corporales se transforman en un trencito a la altura de “Don’t worry, be happy”. “Y esto es THE LOCOS y este mundo está al revés”, entona PIPI. Pero el reconocimiento del cuadro psicótico no es seguido por las acciones.

Con el paso de los temas, se advierte un trastorno de esquizofrenia en PIPI, quien presenta múltiples personalidades. En “Malo Juanito” aparece personificado como vigilante y actuando en consecuencia (escupe, castiga con su garrote, apunta contra los demás pacientes evaluados y con el resto de los pacientes que observan el espectáculo). ANDRÉS muestra síntomas de delirio místico al anunciar: “Vamos a ponernos serios y a convertir esto por un segundo en la casa de Dios”. Entonces, PIPI se cree obispo y con su sotana y cruz busca convertir a los herejes en “Condenados”.

PIPI abandona los disfraces en “Buscando líos” o “Madre tierra”, entre otras canciones, pero arenga a los pacientes que contemplan la escena con frases como “¡ese aplauso voluntario del público!” o “¡ese círculo, que no lo veo, más abierto, ostias!”.

A las 22.30, el grupo psiquiátrico que se autodenomina THE LOCOS se despide con “Resistiré”. Pero es un falso final. Los pacientes regresan con “Niño soldado” enganchado con temas como “Mestizaje” y “Cannabis” -pertenecientes al conjunto terapéutico SKA-P, que fue dado de alta-. PIPI demuestra tener conciencia del tiempo pasado y de su paso por SKA-P. Es un buen síntoma. Antes, en el diario que lleva por recomendación terapéutica en la página web del grupo, había escrito: “Hace justo un año más o menos y llevándome uno de mis mayores disgustos con el último concierto de SKA-P, me ilusionaba el poder ofrecer una maqueta de dos temas grabada en mi ordenador. Me dije a mí mismo que sería un sueño volver a la Argentina con mi propia banda. Un sueño que veía como tremendamente difícil, quizás una utopía. Aunque… el soñar es gratis”.

La conciencia espacio – temporal se desvanece luego de “Algo mejor”, ya que PIPI retorna al comportamiento esquizofrénico al aparecer como un magnate de traje blanco, galera y bastón para “Como un animal”. Algunos acordes de LOS LOCOS ADAMS y la tirada de PIPI en un barco inflable sobre los pacientes-público son los últimos síntomas psicóticos.

Diagnóstico presuntivo: locura grave y contagiosa. Ese tipo de comportamiento que necesita el mundo para seguir girando. Como “la locura todo lo-cura” (tomando el concepto desarrollado por el doctor ANDY CHANGO), los pacientes seguirán en observación.

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