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Eruca Sativa en el Ópera: Marcan huella

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El power trío nacional que más ha dado que hablar en los últimos años hizo dos shows muy especiales en el teatro de la av. Corrientes, con excelentes resultados desde lo musical y en cuanto convocatoria. Aquí te contamos todo lo sucedido en la segunda fecha.

Demasiadas sensaciones encontradas en los conciertos electroacústicos que ofreció Eruca Sativa en el teatro Ópera de la mítica av. Corrientes. Si bien nada les imposibilitada hacer otro recital enchufado al palo para grabar su primer dvd en vivo, y volver a dejar a sus fans desconados como cada fin de semana, la agrupación decidió jugar esta nueva propuesta: un formato íntimo (pero a la vez masivo) de canciones re versionadas pero que siguen siendo las mismas, y de una orquesta de vientos y cuerdas bajo la tracción de la trinidad que compone la banda.

Lula Bertoldi (voz guitarra), Brenda Martín (bajo y coros) y Gabriel Pedernera (batería y coros) comenzaron a lo grande: caminando desde los pasillos del teatro, los presentes los saludaban hasta llegar al modesto escenario a acomodarse para la primera parte de la noche.

Bautizado como “Huellas digitales”, este show comprendió tres etapas distintas. Una, la acústica propiamente dicha, con los tres integrantes con guitarras criollas interpretando “Mi canción”, “Para nadie”, “Una vida” y “Tanto tiempo”. Otra ya con batería e instrumentos electro acústicos y con una lista de canciones más larga. Por último, la banda definitiva comprendió al formato “unplugged”, bajando el telón que escondía a la orquesta de cuerdas y vientos dirigida por el genial Nicolás Sorín, que también manejaba los teclados. Esta era la encarnación que se mantendría hasta el final de la velada.

La corta discografía de la agrupación fue exprimida y repartida para que encaje perfectamente en cada parte del concierto. Otro dato a destacar fue la multiplicidad de matices que alcanzaron las canciones en distintos estilos, pasando por el flocklore de las sierras cordobesas, como en “Mi canción”, “Amor ausente” y “Calma”; por el funk bailable que se transformó a la colorida “Magoo”, y el jazz del comienzo de “El genio de la nada”. También sonó por ahí unas pistas de dupstep alimentado más la variedad musical presentada en el Ópera.

El trío estuvo tan concentrado en la presentación que poco hablaron al público. Lejos de estar parcos, los músicos estaban muy metidos en sus instrumentos y se notó la perfecta sincronía y calidad musical alcanzada. Apenas hubo gritos por parte del público; un silencio respetuoso acompañó, seguro debido a las butacas del teatro. La que rompió ese sigilo fue Lula, sorprendida por las caras que veía que se aguantaban saltar, y un breve discurso sobre “poner a prueba las canciones, revestirlas, sacarles el vestido por uno nuevo, y encontrando que sigan siendo buenas canciones”. “Último. Parte 1: El balcón” significó el final del concierto dándole un marco épico por la utilización de todos los instrumentos y la espectacularidad de las luces; una asimetría que tornaba a la grandilocuencia.

Para revivir lo acontecido será cuestión de esperar a que editen el material registrado en esta noche noche. Pero nada será como los que atestiguaron en vivo la performance de Eruca Sativa, brillando con luz propia en cada una de sus facetas.

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Redacción ElAcople.com

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