Eruca Sativa: el sexo fuerte

El power trío demolió el Teatro de Flores. Fueron dos horas casi sin respiro en las que repasaron temas de sus tres discos.

Entre banderitas y globos el público aguarda la salida de los músicos cantando y calentando los motores de una noche que comenzaría puntualmente a las nueve con “Agujas” y ese riff circular que provoca un pogo que prácticamente no tendría descanso. Siguieron con la funky “Último. Parte I (El balcón)”, y “Para que sigamos siendo”, de su disco debut, “La carne”.

Eruca Sativa se viene animando a lugares con mayor capacidad (recientemente rockearon el Vorterix), decisión que se refleja acertada cuando vemos El Teatro de Flores prácticamente colmado en su capacidad. Un teatro en donde Divididos se ha convertido en amo y señor, pero en donde Eruca Sativa demostró que puede ser un huésped de lujo más que habitual.

Justamente, cuando el trío de Hurlingham audicionó para reemplazar a Araujo en la batería, Gabriel Pedernera fue “finalista” junto a Catriel Ciavarella, que posteriormente se quedó con el puesto. Esto es apenas una credencial que el baterista puede mostrar, pero mejor que chapear esa selección es verlo comandar desde los parches a la tromba en la que suele convertirse Eruca Sativa, luciéndose en “Que más”, previo a un solo de su instrumento.

Pero no todo es furia descontrolada, pogo y riffs de guitarra. Llegan cuatro temas en formato acústico que muestran la versatilidad de la banda y en donde la voz de Lula Bertoldi baja varios decibeles y conmueve con sus letras más sentidas: “Cada vez que abro los ojos sueño con verte otra vez” canta en “Ruido a soledad”, un inédito de la etapa de su último disco, “Blanco”. “Gracias por estar tan cerca, solamente con algunas canciones que hacen que nos entendamos y que estemos acá juntos cantando lo mismo, sintiendo igual”, desliza la cantante en medio del set que se completaba con “Mi apuesta”, “Tanto tiempo” y “Cada cosa a cada cual”.

Pasada la calma, es momento de volver a la tormenta. “Magoo” renueva el hechizo sostenido por la comunión entre banda y público que ya puede observarse. El tema es comandado por el preciso bajo de Brenda Martin, quien además es la que se gana la mayor cantidad de miradas y gritos masculinos. En este último tramo los temas se suceden como una trompada detrás de otra: “Fuera o más allá”, “Eco”, y destaca “Frío cemento” sólo con Lula en el escenario, su guitarra, y una pedalera de efectos que reconvierte el tema.

Se cuela una versión incendiaria de “Eleonor Rigby” que haría hacer headbanging al propio Macca; “Queloquepasa”, “Desdobla” y “El genio de la nada” cierran una noche por demás intensa en donde Eruca Sativa demuestra ser una banda que está preparada para jugar en las grandes ligas. Y el que vuelva a hablar de sexo débil recibirá un riff de guitarra explosivo, o una línea de bajo trepidante que esfumará el concepto de debilidad en un instante.

*Fotos por Cristian Seligmann

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