Entombed: la aplanadora del death and roll

Entombed A.D se presentó el miércoles por la noche en un Uniclub repleto empezando así un romance con el país.

La música siempre da revancha. Lo que no funcionó antes puede funcionar luego. Hace algunos años Entombed debía presentarse en el país pero el evento fue cancelado debido a la poquísima venta de entradas. La ilusión de ver a unas de las bandas legendarias y fundacionales del death metal se hacía añicos cuando sus miembros fundadores, Lars Petrov y Alex Hellid, decidieron tomar caminos separados. Batallas legales de por medio, Entombed resucitó como Entombed AD con Petrov como único integrante original.

Entonces si en su momento la formación más importante fracasó en su venida al país, ¿por qué Uniclub esta abarrotado de gente? Porque a veces las cosas se organizan de mejor manera. Entradas económicas, el lugar adecuado y una sola banda soporte; la única que merecía estar en ese lugar es Avernal. Los herederos locales de los suecos estaban ahí por derecho propio, no eran un mero acto soporte. Los oriundos de Quilmes están pasando sus más de 20 años en la ruta con nuevos integrantes, por lo que para mucha gente esta era la primera vez para ver a esta formación. Grandes interpretaciones de canciones como “Éxodo” y “La Resurrección” muestran que a pesar del alejamiento de alguno de sus miembros, la banda no da respiro. La única certeza que deja el grupo al alejarse de las tablas es que un nuevo disco no puede esperar más.

A las 22:15 sale Entombed a escena y ya nada volverá a ser lo mismo. Death metal pero con actitud punk; cero divismo. Arrancan con “Pandemic Rage” y hasta el final será mazazo tras mazazo, sin dejar espacio para respirar. Es que si bien hay disco nuevo para presentar, no pasan más allá de tres o cuatro temas como “Second to none” o “The underminer” . Si hay algo que ser leyenda te da es poder soltar clásicos como caramelos y la gente se volverá loca: “I for an eye”, “Living dead”, “Left hand path”. Ustedes elijan.

Sin ser lo mismo (no hay comparaciones) uno a veces siente en Uniclub el espíritu de Cemento (un lugar que le vendría como anillo al dedo a Entombed). En épocas de sobreprecios y campos vips, banda, público y lugar logran una comunión que últimamente no solemos ver. Sudor arriba y debajo de las tablas, invasión de gente al escenario sin que nadie los reprima o tema por su seguridad, un lenguaje de entendimiento entre banda y público musicalizado por el rock más demente de parte de canciones como “Wolverine blues”. Podrá no ser la mejor ni la más trascendental formación de la banda, pero las canciones están, la actitud y el sonido también y se van potenciando a medida que pasa el show.

Con un ataque final que incluye himnos como “Supossed to rot”, “Damn deal done” y Serpent Speech”, la cara de felicidad de Petrov junto con su remera completamente rota son pruebas innegables de que el trabajo se ha hecho.

Sin luces, sin pirotecnia, sin divismos: sólo una banda dejando cuerpo y vida en el escenario. Podría haber durado más, faltaron temas, llegaron tarde; todo eso es anecdótico. Además, dejamos todo eso para la próxima. ¿Se repite, no?

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