Enjambre de canciones

El Otro Yo celebró los diez años del disco «Colmena» en un potente show en el Teatro Vorterix.

«Colmena» podría haber sido un disco difícil para El Otro Yo. “Abrecaminos” había puesto al grupo de Temperley en la cima, y lo complicado de la cima es mantenerse allí. Tal vez por eso tiene sentido celebrar un disco como “Colmena”, disco que también ayudó a consolidar y poner a la banda en su lugar. Un álbum muy luminoso en épocas turbulentas de la banda (y también del país).

Curiosamente, no es el público que seguía a la banda en ese momento el que copa el Teatro Vorterix; tienen, en su mayoría, menos de 20 años y no vivieron el esplendor masivo que generaron los dos discos antes mencionados. Pero, a fin de cuentas, si hay algo que ha podido mantener El Otro Yo a lo largo de los años es su renovación constante de público.

Los gritos de María Fernanda Aldana en el arranque con “Virus” anticipan que el disco sería tocado desde el principio y en orden. Casi rompiendo las reglas del espectáculo, acto seguido Mariano Martinez de Attaque 77 su suma para “Nuevo”. “Colmena» había sido un disco con muchos cortes por lo que la mayoría de sus temas son hits, tal es el caso de “Calles”, “Hoy aprendí” o «Inmaduro», donde Cristian recuerda el video donde aparecían todos desnudos. Incluso la ocasión es especial ya que trae a Ezequiel Araujo de vuelta a la banda, turnándose entre el bajo y los teclados.

Hay dedicaciones a gente como Ricky Espinosa, que grabó el tema “Punk” en el disco (además de ser la ultima grabación del fallecido vocalista) y la canción “Viajero” a Horacio Gamexane. Toda la velada tiene un clima festivo, y aunque el disco es tocado en orden, la gente parece sorprenderse y celebra esas viejas canciones olvidadas; “Revolución Humana”, “Siberiano”, “Bajo la guerra”. Canciones que con el catalogo inmenso de la banda van siendo relegadas de los shows y el fan incondicional siempre celebra el reencuentro.

Pero la duración del disco no alcanza para cubrir un show así que la banda decide, en vez de rellenarlo con los hits de siempre, apostar por nuevo material como “Los niños” y “Morir con vos”, o rescates de gemas olvidadas como “Extraterrestre” o “Moquientos”, viejas canciones enérgicas que hacen volar el lugar.

La sorpresa viene por parte de “Saltar”, canción de su último disco “5ta dimensión”, para tener su video y ser filmado en ese mismo momento. Por eso es que lo tocan no uno, si no dos veces, en ambos casos banda y publico contagiándose la energía del otro.

Para el final dejaron los únicos hits de la noche: “No me importa morir” y “Alegría», demostrando que después de 25 años todavía tienen cosas para dar y no vivir de la melancolía de tiempos pasados. El Otro Yo es una banda que te gusta mucho o nada, pero nadie puede negar el arduo camino que han transcurrido. A esta altura es difícil encontrar, y más en este país, bandas que han durado tanto sin traicionar sus convicciones. Mas allá de la música o las letras, ese es el mensaje que debe prevalecer entre toda esa gente que el sábado dio presente en el show.

*Fotos por Guillermo Coluccio.

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