RESEÑAS

En la cima

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Desde la salida de su tercer disco, “Amor-es” (2008), la popularidad del grupo creció a pasos agigantados. Sin embargo, su masividad plena llegó este verano con la rotación constante de “Tu sin mi” en todas las emisoras del país, convirtiéndose en uno de los temas del verano.

De esta manera, se animaron a debutar como acto principal en el Palacio de los Deportes porteño sin un apoyo discográfico detrás y de forma totalmente independiente. Estaban seguros que la gente los iba a acompañar, aunque jamás imaginaron tal repercusión.

Un músico particular

Pocos son los artistas que logran juntar diferentes tipos de público, y Dread Mar-I es uno de estos casos. Los amantes del reggae conforman el grueso de los seguidores, aunque los escuchas de lo latino, lo romántico, de la cumbia o mismo del rock se sienten atraídos por su propuesta. En los alrededores del estadio se podía percibir esta singularidad.

Desde que la banda salió a escena, todos los asistentes se entregaron por completo y cantaron con efusividad cada una de las melodías. Por supuesto, las canciones de “Vivi en dos” (2010) tuvieron una reacción superior por ser su disco más difundido y aclamado.

La primera parte del show estuvo destinada mayormente a los temas de su último disco: “Árbol sin hojas”, “La fe”, “Moisés” o “Más allá de tus ojos”. Mariano Castro le daba mucho lugar a sus fans para que canten a capela y se sientan una parte fundamental de la fiesta.

Además de recordar viejas composiciones como“Hablan” y “El malvado”, versionó “Así fue”, un tema de Juan Gabriel interpretado por distintos grupos de cumbia, a pedido de sus seguidores. En ese momento, se observó a muchas parejas acarameladas.

La puesta en escena era impactante para una artista de su género, con una pantalla de leds y una pasarela que lo acercaba a su gente. Todos los temas fueron acompañados por imágenes relacionadas con la temática de los mismos.

Difícil etapa

La segunda parte se centró más en su faceta romántica, con ejemplos como “En vano”, “Verías que es el amor” y “Migajas”. Por momentos se tornó un tanto reiterativo escuchar estas melodías en una misma tonalidad. Mientras entonaba las baladas, las mujeres le regalaban banderas, cartitas, peluches y demás obsequios.

El público bajó un poco la intensidad cuando sonaban temas de los primeros dos discos, “Jah guía” (2005) y “Hermanos” (2006); algo de esperar ya que mucha gente se sumó con el último álbum. Esto quedó en evidencia con las súper coreadas “Sufro”, “De lejos” y la esperadísima “Tu sin mi”.

El público de la platea disfrutó de pie de los ¡10 bises! a la par de todo el estadio. Con “Guide light”, Castro dejó sus largos dreadlocks al descubierto, generando un grito enardecido de la masa.

El show estaba llegando a su fin; con las dos finales, “Promesas” e “Inspiración”, demostraron que la banda ya cargaba con varios hits, anteriores a la explosión actual. A pesar de casi tres horas de show y 40 canciones, sus fans pedían por una más, pero la banda saludó y agradeció por todo el cariño.

La música de Dread Mar-I crea cuestionamientos en los reggaeros más ortodoxos por ese límite fino que los separa de géneros que son ampliamente rechazados por esta tribu. A su vez, esta delgada línea lo ayudó a convertirse en el artista popular que es hoy en día.

Redacción ElAcople.com

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