RESEÑAS
En el oeste está la gente.

La espera
La hora de viaje que unía Flores-Hurlingham pasó volando gracias a un colectivero de la linea 53 demasiado apurado. La llegada al recinto fue puntual, pero como suele suceder en todo tipo de recital, la puerta se abrió dos horas más tarde.
La madrugada calurosa invitaba a unas cervezas para calmar un poco la espera, y como este tipo de invitaciones no se le niegan a nadie, fuimos muchos los que aceptamos la convidada pasando de esta manera un alegre momento.
Finalmente la puerta se abre, y todos adentro. Momento de blues? No, momento de escuchar a LAS PELOTAS de fondo. Nada mejor para relajarse y deprimirse que su último disco sonando en una noche mareada por la ilusión.
Se hacen la 1.30 am en todos los relojes argentinos, hora en la que TAPIA y compañía deciden salir a tocar.
En Madrid tomando un café
Empiezan a sonar los primeros acordes, y es “Café Madrid” que sorprende a todos abriendo el recital. Pegado y sin respiro vino un maletero y nos trajo el “Blues del equipaje” para que disfrutemos de este viaje manchado de blues. “La misma moneda” le siguió, para luego escuchar a un TAPIA emocionado que decía: ”Este es un tema que no lo tocamos nunca, solamente para ustedes” y arrancó con “Todo otra vez”, para luego levantar a la gente con un poco de lectura marxista en “Mi capital”.
Inmediatamente continuaron otros dos temas nuevos de muy alto nivel, “En busca de pleitos” y “El 16”, respectivamente.
“Poneme todas las luces rojas que tengas, quiero un clima de cabaret”
Palabras textuales de un cantante con sólo “Tres palabras” que decir, y todo debido a “El detalle” de comer una ya casi vieja y conocida “Sopa de hueso”.
Era momento de escuchar el último tema nuevo de la noche: “Ermitaño”, completando así cinco de los doce temas que compondrán el nuevo disco de la banda pronto a salir: “Sietevidas”.
Con los viejos
El cierre estuvo a cargo de clásicos, pasando así “Ahora vengo”, “Perro guardian” “El fierro” y “Mala transa”, en una seguidilla abrumadora y sin tregua alguna.
“La re puta madre que los re parió”, grito de furia para dar comienzo a un “tema para hijos de puta”: “El municipal” estaba invadiendo el territorio para quedarse a tomar “Un trago para ver mejor” e irse bailando muy alegremente “La danza de la lluvia”.
De esta manera la banda remató un show compuesto por un set realmente íntegro, donde no faltó ni la emoción ni la alegría, y mucho menos los amigos, algunos desconocidos, y otros…
…Piojosos conocidos
Salida a las apuradas, momento de irse? No, momento de hablar con CIRO, vocalista de LOS PIOJOS y espectador de lujo de la velada, que en exclusiva, muy amablemente y entre risas le dijo a EL ACOPLE lo siguiente: “LA MISSISSIPPI son amigos, por el año 89’y 90’ tocábamos juntos, en esa época el guitarrista que tocaba en la banda era gordo”.
(N. de la R.: Es el mismo guitarrista que toca ahora) Y mediante un “Nos vemos en River” la noche terminó.
Poco a poco el ambiente se vació y se llenó de paz y serenidad. Muchos se fueron a sus casas, otros se quedaron tomando cervezas, pero todos seguramente se quedaron con la tranquilidad de haber disfrutado de una banda que ya no sorprende, sino que mantiene y cumple con esa grata expectativa siempre: la de entregarse por completo.
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