RESEÑAS

El tornillo que faltaba

Por  | 

Después del muy buen show que brindó el ex vocalista Udo Dirkschneider con su banda hace una semana, la responsabilidad para esta nueva versión de Accept había aumentado. Debían demostrar en directo porqué habían decidido continuar tras la negativa de Udo.

Superaron las expectativas

Como suele ocurrir con los conjuntos soportes durante los espectáculos internacionales, ninguna cuenta con las luces ni con el sonido necesario. Esto los perjudica notablemente para mostrar su real propuesta. Obreros Fantasmas, Agitador y Seyer, son los que sufrieron las consecuencias.

Nunca es sencillo reemplazar a la voz original, y más en el entorno del metal, donde los fanáticos suelen ser fieles a sus ídolos y les cuesta asimilar los cambios. Por eso, esta visita de Accept generaba cierta distancia.

Sin embargo, todas estas dudas quedaron sepultadas con los primeros acordes de “Teutonic terror”, cuando demostraron estar en un gran momento musical. La banda no dejó espacio para las vacilaciones, y desde el inicio sonaron súper nítidos y contundentes.

La ausencia de su violero Herman Frank, debido a un accidente durante un show en Houston, el 7 de mayo pasado, pareció no afectarlos en lo más mínimo. La poderosa base formada por Wolf Hoffmann (guitarra), Peter Baltes(bajo) y Stefan Schwarzmann (batería) te golpeaba en el pecho y tapaba cualquier faltazo.

Si bien el público tuvo buena predisposición con las nuevas melodías, no pueden competir con clásicos como “Starlight”, “Monsterman” o “Neon Nights”. En estos momentos, los adolescentes se mezclaban entre los fans de corte ochentoso para unirse en un único grito.

Cumplió con creces

Tornillo era el hombre a observar, y quién iba a despertar críticas tanto a favor como en contra. Desde el vamos se mostró humilde y trabajador, y con el objetivo de imponer su propio estilo, más allá de que su tono de voz esté influenciado por el propio Udo y por Bon Scott.

Se desempeñó de gran manera en himnos como Breaker”,Restless and wild y Princess of the dawn, donde no tuvo nada que envidiarle a U.D.O. Por ahí, debió tener un contacto más cercano con el público.

La función de arengador quedó en manos del guitarrista, Hoffmann, que además de exhibir continuamente su talento, se dedicó a jugar con sus fans, tal el caso de “Metal heart”. A simple vista se notaba que estaba disfrutando de la situación y del cariño de su gente.

A su vez, pudo desenvolverse perfectamente como violero único, provocando que la mayoría no recuerde la ausencia de Frank. De este modo, la formación de cuarteto les daba un sonido más directo y con pasajes más rockeros. No es la primera vez que la banda toca así, ya que durante la década del ’90 también actuaron de esta forma.

Después de 15 años, lanzaron un nuevo disco, “Blood of the nations”, el cual tuvo mucha aceptación en la prensa especializada y en un grueso importante de sus fans. Durante el set, su gente recibió cálidamente las nuevas cacnciones, en especial “No shelter” y “Pandemic”. Se escucharon cinco de las treces incluidas en dicho álbum.

Para los bises sonaron dos de sus máximos clásicos: “Fast as a shark” y “Balls to the wall”. En esta última, el público enloqueció y coreó por minutos la melodía. Al final, la gente recreó aquella famosa salida de Stadium en el debut de los alemanes en 1993, cuando la masa continúa cantando el tema tras el cierre del show.

Quizás por el peso mismo nombre del nombre, Accept convocó más público que U.D.O., ya que muchos dudaban de la actualidad del ex cantante. Sin embargo, ambos dejaron en alto el legado del clásico y amado heavy metal.

Redacción ElAcople.com

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión