RESEÑAS
El show de TELEPOD

El show estaba anunciado a las 24 hs. pero la banda salió a escena recién a las 2.25 de la mañana. Esto no es nada raro, claro. Pero la espera se hizo realmente ardua para quienes no estamos acostumbrados a frecuentar este tipo de boliches. Desde el vamos se sabe que es casi imposible consumir algún tipo de bebida en ese recinto si uno no sale con un billete considerable. Y todo bien con la música electrónica, pero llega un punto en que te quema la cabeza si no estás en “alguna dimensión desconocida”. Les aseguro que estábamos demasiado sobrios para soportarlo!
De todas formas, el boliche tiene algunas cosas interesantes con las que nos entretuvimos durante la espera. Es notable que el lugar tenga más espacios VIP (¿para gente importante?) que espacios para “gente normal”. En casi 3/4 partes del recinto está prohibido el acceso para quienes no estén bajo el rótulo de “Very Important People”. Además también fue divertido (por llamarlo de alguna forma) observar a ciertos personajes cool de la noche. Sigo preguntándome porque las personas usan lentes de sol adentro de un boliche ¡y cuando no hay sol!. En fin, vamos a lo que nos interesa…
Comienza el show
Ya de entrada la banda me “compró” cuando los músicos aparecieron sobre el escenario y, como introducción, desde los parlantes comenzó a sonar “Canción D’Amore” (tema de la película “Cinema Paradiso”, una de mis preferidas). El cantante estaba vestido de negro, remera con la máscara de “Scream” (film de terror muy conocido), una media negra en la cabeza (tipo ladrón), una careta de marciano-alienígena y guantes blancos.
El guitarrista lucía un pantalón blanco, un sombrerito negro y un ojo pintado cual Alex de “La Naranja Mecánica”. Y el bajista llevaba puesta una peluca con rulos, símil “afro”. Si el vestuario llamó la atención de los presentes, mucho más lo hizo la presencia escénica de la banda y la potencia de sus melodías.
A lo largo de la noche, esta banda de power pop tocó temas de su EP “TPD0001”, más algunas canciones nuevas y con un sonido impecable. Entre otras sonaron “Crecer” y “¿Por qué lloras?”.
El público se mostró respetuoso y efusivo, y se notaba que todos estaban disfrutando del show. Porque fue más que un recital: fue un verdadero show. El cantante gesticulaba y actuaba cual mimo alienado e improvisaba pasos de baile, y el guitarrista sudaba euforia por sus poros y la cristalizaba tanto en su instrumento como en la actitud, al punto de patear (¿sin querer queriendo?) el micrófono, ante la mirada atónita de los presentes. Y hablando de euforia, el resto de los músicos tampoco se quedó atrás. Sobre el escenario todo era adrenalina y potencia.
TELEPOD y ¿las trillizas de oro?
Antes de tocar el último tema de la noche, el cantante se despide y agradece “Chau, TELEPOD dice gracias”, y tira besos al público. Y en el final se desata la fiesta: pelotas de colores son lanzadas hacia los espectadores, que se divierten y juegan con ellas como en una verdadera regresión a la infancia. Pero todavía faltaba lo mejor.
Presentadas como “nuestras novias” salen a escena tres bailarinas rellenitas, ataviadas en corpiños y polleritas doradas, que si no son trillizas al menos son hermanas porque el parecido entre ellas es notorio. Las señoritas bailaron, se sacudieron de forma sensual y sexual rayando lo grotesco, y se ganaron los aplausos de los presentes. A las 3 de la mañana, los TELEPOD dieron por finalizado su show mientras las bailarinas seguían haciendo de lo suyo…
Tan sólo 35 minutos fueron suficientes para que TELEPOD demuestre que puede brindar un excelente show.
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión