El rey de la canción

En algún momento de la historia, para gran parte de la prensa especializada, sus colegas y el público rockero, Los Auténticos Decadentes dejaron de ser considerados una grasada, un cocoliche, algo deforme y sin gusto. El patito feo se convirtió en un hermoso pavo real; a estos doce tipos, por fin, se les dejó de quitar mérito. Wallas, otro beautiful loser de nuestro rock nacional, tras una participación en un megafestival declaró: “Tocar antes de los Decadentes, fue como tocar antes de Los Beatles.

Si efectivamente ellos fueran como Fab Four, Jorge Serrano sería como… no, mejor no entrar en comparaciones, nunca son exactas. Serrano es Serrano, un enorme songwritter, sensible, pícaro, que encuentra belleza allí donde uno cree que no la hay. Es el responsable de himnos como Loco (tu forma de ser), Perro celestial, El pájaro vio el cielo y se voló, “No te detengas” y todas aquellas que se mencionan cada vez que se cuenta su curiosa historia.

En esta ocasión, sin dejar de estar bajo el ala de su banda, entrega Alamut, diez canciones con estribillos irresistibles que serán un dulce para quienes admiran su pulso y su trazo.

El disco -producido por Mosca Lorenzo, percusionista de LAD– fue grabado en el estudio que el Perro Viejo montó en su hogar de Villa Gesell y todos los instrumentos son ejecutados por él mismo, a excepción de la batería (labor a cargo de Lorenzo), el bajo (por Martín Aloé) y algunas guitarras aportadas por Gamexane. Además, también se encargó de diseñar el arte. Es decir, una producción 100% casera que le da todavía un mejor sabor a sus musiquitas.

Hay rock veloz (“Fósforo”, el primer corte), existencialismo cumbiero (“Lóbulo frontal”), hits fogoneros con sabor a tristeza (“Celular” –pocos serán los que puedan resistirse a repetir “tiririrí” junto al cantante, en el estribillo-, “Dame la mano”). En pocas palabras, un Serrano auténtico, algo decadente y genial por siempre.