El retorno de la avispa

A cinco años de su debut en el Estado Obras, y con un sonido muy nítido, los californianos de W.A.S.P. fueron muy bien recibidos por un Teatro colmado.

La presentación en sí fue demoledora. Y si bien en esta oportunidad no trajeron los detalles de suanterior visita (como el pie de micrófono balanceable, la motosierra, y el cerdo destrozado), el show no bajó en su intensidad en ningún momento.

Poco más de una hora les alcanzó para pasearse por los clásicos de siempre, tales los casos de “Crimson Idol”, “Chainsaw Charlie”, “Wild Child”, mechados con los nuevos “Crazy” y “Babilon burning”.

Como es su costumbre, Lawless se come el escenario. Ya entrado en años, pero con un carisma envidiable, e interactuando con el público –el cual estalla con cada una de sus ocurrencias- deja en claro que es un frontman de nivel.

A modo de palo y a la bolsa, el show de alguna manera resultó algo corto, pero no por eso menos entretenido. Dejando a la gente en llamas como es su costumbre, los conocidos “I Wanna be somebody” y “Blind in Texas” fueron coreados hasta por el personal de seguridad de El Teatro.

Los 1.600 presentes se fueron más que satisfechos con la presentación. Tanto los que fueron por primera vez, como los que quisieron repetir el plato, fueron testigos de una nueva visita de un clásico, que por suerte aún no tiene fecha de vencimiento.