RESEÑAS
El lado oscuro de Massacre

Ver a MASSACRE sentado en butacas de un auditorio no es cosa de todos los días. Faltaba esa energía característica de los shows, el agite, quizás esa perla blanca que le da magia a sus recitales. Pero MASSACRE es una banda que puede ofrecer más de una propuesta, sin que eso parezca algo improvisado o fuera de lugar.
Como era obvio, la selección de temas apuntaría al repertorio más tranquilo de la banda, “los más oscuros” según lo definió el propio WALLAS, aunque también se mechaban esos temas que dan ganas de ponerse a hacer mosh arriba de las butacas.
Con el clásico payasito colgando del pie de micrófono, y con su cantante que le dice “mi amor” hasta al colectivero, el show daba rienda suelta a la locura de los presentes, que acompañaban con algunas palmas y porqué no algún encendedor en los temas lentos, como cuando éramos niños en la matinée (¡Qué lindos tiempos!).
Repasando ”El taxidermista”, ”1984”, “Minicubics”, “Cuasi delictual” , más algunos de su último disco como ”Bienvenido al mundo de los conflictuaditos”, ”Río siempre” y ”Ambas estatuas”, una lista de temas fuera del repertorio tradicional de la banda, en el que sólo faltó ”Misión depresión” (una duda, ¿por qué será que no tocan más ese tema?).
Luego vendrían los bises con ”Nuevo día” y “Querida Eugenia”, para desatar un poco la energía contenida en todo el show y anunciar el fin de la presentación.
Reviviendo algunos temas perdidos y haciendo escalas en las últimas patologías, a lo largo de poco más de una hora, se pudo disfrutar un show atípico de MASSACRE. Simplemente, una manera diferente de ver a la legendaria banda.
Este miércoles en el mismo ciclo se podrá ver a DANIEL MELERO, y vale la pena ir temprano para no quedarse, otra vez, con las gana de entrar.
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