El fin

¿Puede no alcanzar con una historia que muestre el último día de una persona? ¿Es acaso insuficiente, como núcleo de una película, los momentos finales de alguien? En principio, no hace falta ser poco exigente para responder que no.

Luego de entregar dos películas encomiables, como lo son “Historias mínimas” y “El perro”, el director Carlos Sorín presenta “La ventana”.

El film se sitúa en el alejado y solitario hogar de Don Antonio; una antigua estancia, que cuenta con trescientas hectáreas. Allí, él, viejo escritor, se recupera de un infarto asistido por una ama de llaves y una mucama, aunque desde un primer momento se sabe que la muerte ganará. La cuestión, entonces, pasa por otro lado: el último día, las últimas sensaciones, pensamientos, recuerdos. El fin.

El hijo de Don Antonio, un reconocido pianista que vive en Europa, está por caer de visita y él no quiere recibirlo en cama; por lo tanto, decide poner a prueba sus flacas fuerzas y emprende un paseo que tenía prohibido por completo. En esta pequeña aventura, seguramente, se encuentra la parte de mayor acción de la obra.

No es, justamente, acción lo que le falta a “La ventana” para ser una obra para el recuerdo. En una entrevista, Sorín contó: “Quité hasta lo indecible. El guión, de treinta y seis páginas, era demasiado poco hasta para mí. Estaba asustado. Implica un tempo que yo nunca frecuenté, en el que la cámara se queda y se queda, que exige un espectador activo. La ventana es una ventana abierta. Y es el cine que me gusta: el que transcurre más en la cabeza del espectador que en la pantalla”.

La pretensión de Sorín funciona: el espectador completa y completa, pero también se queda con las ganas de recibir más historia, de enterarse qué había entre esas cosas quitadas hasta lo indecible, porque, así como le llegó a él, al film le falta algo. Tal como su realizador quería, se dirá.

¿Puede no alcanzar con una historia que muestre el último día de una persona? Da vergüenza decir que sí, pero luego de ver “La ventana”, surge la tentación de hacerlo.