ENTREVISTAS
El festival de los viajes

Decir que El Festival de los Viajes es una banda nueva puede ser casi una falta de respeto. Es que casi todos sus miembros ya llevan bastante tiempo recorriendo escenarios con distintas bandas. En 2007 y fundando un sello propio, Aquatalan Records, editaron “El Festival de los Viajes”, su primer trabajo de estudio. Un año después sacaron el EP “El Andante” a través del sello virtual Mamushka Dogs Records, y en el 2009 sorprendieron con “Disparen!”, lanzado, nuevamente, por el label de su propiedad.
La independencia del grupo tiene razón de ser y esto lo explica Federico Wolman, el cerebro por detrás del proyecto: “Por un lado, por la falta de una propuesta seria por parte de algún sello discográfico. Además, es por el profundo amor que sentimos por lo que hacemos y al cuidado que queremos darle a nuestros discos”.
Wolman es el ex cantante de Dragonauta y abandonó su vieja banda para transitar exclusivamente este nuevo camino, vocalizando, claro, y manipulando sintetizadores. Para esto se reunió con varios viejos conocidos como Martín Rodríguez -bajista de Poseidótica-, Matías Harbek -guitarra de los surf-rockeros Kahunas- y Andrés Almirón, de Zorros Petardos Salvajes. A ellos se les suma la inquietante voz femenina de Sabina Schiavino y la batería casi metronómica de Adrián Felcman.
La banda también lleva a la práctica la idea del happening lisérgico a través de un ciclo propio denominado Misa Galáctica, que ya tuvo más de cinco ediciones en los escenarios de Espacio Plasma y Salón Pueyrredón. Por su grilla pasaron bandas como Go-Neko!, Modular y Una Fábrica. Ahí buscan que la psicodelia y el viaje sean los protagonistas, a través de los catalizadores particulares de cada banda invitada. Además, uno de sus méritos es que canten en castellano, en una época en la que la mayoría de las bandas del género optan por el inglés.
¿De dónde surge el nombre de la banda y cuál es el concepto detrás de su música?
El nombre es una suerte de homenaje a los primeros happpenings psicodélicos llevados a cabo por Ken Kesey y los suyos. Y el concepto es simple: música orgánica que apela a la sensación, a meterse de lleno en la música y dejarse llevar por las imágenes y sensaciones que surjan al escuchar y vivenciar un show de la banda. El elemento disparador puede ser la épica de las viejas películas del spaghetti western, cuyas bandas sonoras son una fuerte influencia en nuestra música, dosis de kraut rock, new wave… Nada demasiado definido, quizás, pero de modo tal que todo encaje y nos permita abrir espacios y canales por donde la energía fluya y el cuerpo vibre.
¿Qué presentaciones y proyectos tienen pensados para el futuro?
En breve, el sábado 1º de mayo celebraremos la sexta edición de nuestra Misa Galáctica en el glorioso Plasma con bandas invitadas. Luego, el viernes 21 de mayo en el Roxy de los arcos junto a Utopians; y el sábado 29 de mayo junto a Honduras en La Castorera. En breve iniciaremos también la grabación de un EP con cuatro temas nuevos en formato experimental, mientras seguimos preparando el material para nuestro tercer disco.
Conocelos:
¿Por qué deberíamos escucharlos?
Porque se trata de buena música, innovadora y creativa, concebida sin ningún otro objetivo que los mencionados antes. No hay especulación alguna, sólo el deseo de dejarnos llevar y ver hasta qué lugares llegamos, en un marco de total libertad. ¿Abundan estos casos? De todos modos no se trata de un deber sino de un deseo, y al que no se le despierta este deseo ¡se lo pierde!
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