ENTREVISTAS
El disco que nos gustaría escuchar

Luego de escuchar “La boca del lobo” y “Balas de salva”, las dos primeras canciones del primer volumen de “Cortando clavos” de Agustín Mollo y Los Demoledores, queda claro lo siguiente: este Mollo, al igual que el otro, toca muy bien la guitarra.
Se podría decir incluso, bajo el entusiasmo que provoca oírlo, que es un fenómeno; en la segunda de las piezas mencionadas, luego de cantar por última vez el estribillo, arranca con un solo que no debería terminar y que cuando descansa hace un corte a dúo con la base que emociona por el recuerdo de un rock que aunque clásico hoy ya no es común.
No sorprende que un gran guitarrista como Daniel “Alambre” González no se pierda la ocasión de participar en el álbum; puntualmente, este amigo de Agustín y Ricardo hace lo suyo en el instrumental “Baldosas flojas”, melodía que al igual que sus similares “Abriendo los ojos” y “Aire descomprimido” piden más de una escuchada.
Justamente, al respecto de la terna de instrumentales que incluye la producción, Mollo dijo: “Creo le suman dinámica. Nos gusta esa cosa de un poco de esto y un poco de aquello; ojalá que el que escuche el disco pueda hacerlo de principio a fin sin aburrirse. Lo hicimos pensando en el disco que nos gustaría escuchar a nosotros. Hacer música en trío es todo un desafío, sobre todo si es rock instrumental. Siempre tratamos de tocar para las canciones; por ahí en los instrumentales tenemos luz verde para darle un poco más de masa. De todas formas dejamos varios afuera”.
Sobre el aporte de González, el cantante y guitarrista del conjunto que completan Martín Tabuyo en bajo y Diego Valcarce en batería, comentó: “A Dani lo conozco desde hace un tiempo, pero de saludarnos no más. Cuando me mudé a Chacarita lo empecé a cruzar más seguido, le dejé un demo de lo que estábamos haciendo, le gustó y ahí no más lo invité a tocar. Pegamos buena onda y tenerlo entre los invitados del disco, al igual que a Rafa Nasta y Ulises Butrón, es un honor. Además de ser un tipazo, es uno de mis guitarristas preferidos. Para mí es como tener a Jeff Beck”.
Entre los temas que se destacan en la obra se encuentran el suave “Voy para abajo”, el blues “Nadie va a venir por mí” y “Gato malcriado”, un rock con predominio de bajo y batería que tiene el mejor estribillo del disco, cantado por un coro al que da ganas de sumarse a los abrazos.
Precisamente, en este estribillo se escucha la frase “cuando entiendas de una vez que no sos lo que tenés” y, sobre la misma, Mollo profundizó de este modo: “Creo que está bueno despabilarse un poco y tratar de entender las diferencias entre tener y ser. Tener la Les Paul más cara no te hace ser mejor violero, aunque muchos piensen lo contrario. A veces cuando termina un show y dejaste todo viene alguno a preguntarte qué pedal usás, qué ampli y qué trastes, como si el sonido estuviera ahí… Esa es una de las cosas que más me gusta de la música, que es honesta, no podés comprar nivel, tenés que transpirar. Todavía la de Matrix no la inventaron”.
¿Quiénes son esos a los que no hay que dejarles que te digan qué hacer, como cantás en “Pies de plomo”?
“Pies de Plomo” lo escribí en una época donde gente muy cercana tuvo pérdidas muy pesadas. En esos momentos de debilidad, donde estás hecho un fantasma, es difícil tomar decisiones. Necesitás que te sostengan, que te den aire y que te quieran, no que te digiten la vida. La gente a veces se aprovecha. Eso es lo que sentía, así que lo escribí.
¿Algo que ver con Ricardo?
Sí, el apellido y que a los dos nos gusta Hendrix.
*El sábado 11 de julio, Agustín Mollo y Los Demoledores presentan “Cortando clavos, volumen I”, en Contacto Pub.
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