El debut de SOTO

Para los que no lo conocen a JEFF SCOTT SOTO, les decimos que este hombre norteamericano cantó con YNGWIE MALMSTEEN, AXEL RUDI PELL, TALISMAN y SOULS SIRKUS, entre otros. Además ganó la QUEEN CONVENTION del año 2003, la cual le dio un prestigió aún mayor. Con 40 años recién cumplidos, SOTO tenía la necesidad de recorrer los países sudamericanos y a su vez, sus fans más acérrimos tenían la necesidad de ver a su ídolo en persona.

Péguenles una oída

Cuando habían pasado diez minutos de la nueve de la noche, la gente de WATCHMEN salió a escena. Pero antes de ello (con el telón cerrado), probaron con la mitad de un tema para chequear el sonido. Esto les sirvió para calentar el ambiente de movida. Con un sonido correcto, el cual fue mejorando melodía tras melodía, consiguieron realizar un sólido set.

Cuarenta minutos le bastaron para demostrar que en la Argentina también se puede hacer buen hard rock. Canciones de la factura de “Not enough”, “One step from heaven” y “Time is over”, son claros ejemplos. El CD debut, que debía salir a fin de mes, se postergó para abril del año próximo. “Queremos ofrecerles la mejor calidad de sonido”, aseguró su cantante IVAN SENCION.

Se ganó a la afición

Luego de media hora de intervalo, comenzó el concierto de JEFF SCOTT SOTO. Tras una zapada soul, como regalo -al mejor estilo JAMES BROWN-, se corrió el telón. Le engancharon tres canciones: ”Lain the life”, ”Eyes of love” y ”Warrior”. Para estas tres primeras melodías, SOTO se encargó del bajo. Sólo al final del set, volvería a retomar dicho instrumento.

El clásico “Olé, olé, olé, SOTO…” de la gente sorprendió a JEFF y a la banda por lo efusivo e intenso. Provocaron la sonrisa en algunos de ellos, como diciendo ‘mirá como nos aprecian’. El cariño del público ya estaba presente, sin haber visto lo mejor del show. Imagínense más adelante, cuando SOTO y compañía demostraron toda su versatilidad y manejo del escenario.

JEFF mostró a lo largo del concierto, algunas de las canciones que formaron parte de su carrera. Como ya comentamos anteriormente participó en varios proyectos, como, por ejemplo, SOUL SIRKUS Y TALISMAN. Del primero tocó “New position”, y del segundo “Colour my XTC” y “Mysterious (this time it’s serious)”. Esta última fue recibida con mucho cariño por sus fans.

El batero (DAVE DZIALAK) y el bajista (CRISS) mantenían una base musical, mientras en el escenario los técnicos armaban el set acústico. Una vez que estuvo todo preparado, la composición ”If this is the end”, de su último disco solista: ”Lost in translation”, dio inicio a esta parte. Si la gente se animó a cantar “Purple rain”, de PRINCE, cuan grande fue la emoción del público cuando JEFF interpretó “Love of my life”, de QUEEN, sólo con su órgano.

Las que todos esperaban

La vuelta del eléctrico causó la emoción de la mayoría, ya que durante ese lapsus se despachó con dos melodías del sueco MALMSTEEN (”I am a Vicking y I’ll see the light tonight), provenientes del segundo disco “Marching out”. La reacción fue instantánea. Después sonó un collage de melodías, entre ellas “Run to the hills”, de IRON MAIDEN. Su violero HOWIE SIMON, además de cantar en un par de composiciones, brilló en lo suyo.

El tradicional canto “y SOTO no se va…” fue entonado por el público con mucha vehemencia. Los músicos no se hicieron desear demasiado, ya que volvieron inmediatamente. JEFF se puso la camiseta de EMANUEL GINOBILLI (la 20 de SAN ANTONIO SPURS). Esto es algo que se repite a menudo entre los músicos internacionales. Con un invitado en batería se despidieron a las 0hs con “You really got me”, de THE KINKS. La gente, muy feliz, dejó las instalaciones.

JEFF sabía que muchos de los presentes habían asistido a su show solamente por su pasado en la banda de YNGWIE MALMSTEEN. Entonces entendió que debía jugar con todas sus armas para demostrar que no vivía de aquello. ¡Y la rompió!. Además de tener una muy buena voz y un gran manejo de la escena, está acompañado por excelentes músicos, que logran una propuesta tan versátil como fresca.