RESEÑAS
El corazón sobre todo

La ciudad estaba sitiada, el sol iluminaba el paisaje colorido mientras miles de personas compartían una cerveza, un sanguche, compraban una remera o cantaban a coro los temas de la banda a la que fueron a ver.
Pasados 10 minutos de las 22 las luces de un anfiteatro colmado se apagaban. Habían pasado la espera, las charlas, las historias compartidas con desconocidos conocidos; la previa eterna. La Renga salía a escena y cientos de kilómetros recorridos se unían en una sola voz.
“El Monstruo que crece” abrió el show con desperfectos de sonido. Bajito y casi sin escucharse la voz, fue arreglándose durante los primeros tres temas. Al cuarto, luego de que Chizzo pidiera que suban el volumen, “Tripa y corazón” ya sonaba mejor.
La escenografía estaba compuesta por tres telones, dos laterales y uno central ubicado atrás del escenario con dibujos de árboles coloridos y de diferentes formas, bien al estilo rengo, mientras que dos pantallas laterales proyectaban diferentes imágenes.
“Vamos a hacer unos temas que hace mucho no tocamos”, diría el guitarrista y cantante antes de dar inicio a “El mambo de la botella” y “El twist del pibe”, dos de los más festejados.
Otros grandes clásicos sonarían en la cálida noche cordobesa y no se harían esperar: “Triste canción de amor”, de El Tri, “Paja brava” , “En el baldío” y “Negra es mi alma, negro es mi corazón”, única composición que se escuchó de su primer disco “Esquivando charcos”, editado hace ya 19 años.
Hubo tiempo también para mostrar dos temas de su próximo disco: “Canibalismo galáctico”, primero, y luego “Caricias de asfalto”, presentado este último como “Es un disco que va a ser muy variado, pero dentro de toda variación tiene su rocanrolito también y es este”.
El sonido, si bien mejoró, nunca terminó de convencer y es algo que lamentablemente ya no sorprende en los shows del trío de Mataderos, quienes no consiguen hacer sonar un show que esté a la altura de las circunstancias de una banda que lleva tantos seguidores y tanto tiempo en la ruta.
Y no es algo que pase desapercibido en la gente que los sigue, es que así y todo
“Ya hemos recorrido parte del vuelo”, diría Chizzo antes del poderoso tridente “Lo frágil de la locura”, “Ruta
Con el nuevo hit “Oscuro diamante” cerrarían la primera parte del show para tomar un descanso de 10 minutos.
En la última media hora sonarían “Panic show”, la entrañable “El final es en donde partí” y “La razón que te demora”.
Como siempre, el himno “Hablando de la libertad”, canción que emociona hasta las lágrimas y que tranquilamente podría enseñarse en la primaria, terminó finalmente con las dos horas y media de recital, repartidas en una lista de 27 temas.
Lejos de ser uno de los mejores shows de La Renga, el de Jesus María contó con una excelente y variada lista de temas que dejó satisfecho a gran parte de su público, que viajó desde distintos puntos del país con la premisa de ver a una banda con canciones y corazón.
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