RESEÑAS
El cielo y el infierno

De movida, no era un show más para Cielo Razzo. La presentación oficial de “Compost”, su último disco de estudio, estaba pactada para el viernes 8 de abril en el Estadio Cubierto Malvinas Argentinas. Sin embargo, dicho evento se canceló “por razones de fuerza mayor”, según lo comunicado en la página web oficial de la banda rosarina. Pese a que la fecha del viernes se reprogramó para el sábado en Groove, la ira de los fans de CR estalló en facebook. Los motivos del enojo estaban claros: el cambio de planes se anunció a tan solo 48 horas del concierto en el Microestadio de Argentinos.
Finalmente, los que no devolvieron la entrada y los que la compraron en puerta, pudieron ver en sus tickets una serie de datos falsos. ¿Viernes 8 de abril? No, sábado 9. ¿Estadio Cubierto Malvinas Argentinas? No, Groove. ¿La Paternal? No, Palermo. Y así.
Lo cierto es que Cielo Razzo dio la cara sobre el escenario, con un show impecable de casi dos horas y media. Arrancaron con “Conexión”, y le dieron para adelante con algunos temas más de “Compost” y también revisitando sus placas anteriores. De este modo, en los primeros 30 minutos sonaron “Satiretalised”, “Estrella”, “El huracán”, “De ogro”, “Cascarudo”, “Luna” y “Monos”, entre otros.
Llamativamente, una buena parte del público permaneció más bien tímido durante el recital. Excepto en los momentos de mayor intensidad por parte del grupo, la parsimonia reinó dentro de unos cuantos presentes. Quizá, el marco imponente del Microestadio de Argentinos hubiese incitado un poco más al “agite”; quien sabe. Si hasta algunos se ponían a charlar mientras la banda estaba tocando, como si no estuviera pasando nada enfrente de sus ojos. También había de los otros, claro está: estos se abrazaban, bailaban, cantaban y reían a la vez. Al fin y al cabo, es cuestión de gustos; cada uno tiene derecho a disfrutar como quiere.
En cuanto al show, es destacable la cantidad de músicos invitados que desfilaron. Ejemplos: Nahuel Marquet, Andrés Ricci, y el Polaco Abramowsky. Los mencionados formaron parte del reciente álbum de estudio de Cielo Razzo, aportando disímiles instrumentos como acordeón, flauta traversa y mandolina, respectivamente. Esta variedad de sonidos tiene que ver con la búsqueda que significó “Compost”, plasmado en la presentación en vivo del disco: “Mi Dios”, “Reacción” y “Murciélago” pasaron sobre la mitad del tracklist.
El momento más rockero se dio cita con “Frágil” y “Demás”, dos puntos altos de la noche. Allí, el sexteto rosarino aprovechó para desplegar todo su potencial, un tanto opacado por el defectuoso sonido del recinto. No obstante, las violas de Diego Almirón y Fernando Aime se lucieron junto a la bata de Javier Robledo, entregando una clase de virtuosismo para todos.
Sobre el cierre pasaron “Escorpión” y “Que se yo”, para luego darle lugar a los bises. En ese instante, cinco temas precedieron a la despedida: “La gran ola”, “Mi refugio”, “Esquina”, “Luminoso” y “Barek”. Antes, en repetidas ocasiones, el cantante Pablo Pino pidió disculpas por las molestias ocasionadas con la reprogramación. La gente supo entender, y es más: probablemente repitan su asistencia cuando Cielo Razzo se presente el 13 de mayo, nuevamente en Groove. El amor hacia una banda que con paciencia y consistencia está por cumplir los 20 años de vida, es así.
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión