El cacerolazo del arte copó el centro

Salieron de los sótanos y las salas de ensayo para mostrar sus obras en la calle. Varios artistas de diversos géneros se ubicaron en puntos estratégicos del centro, dándole forma a la primer protesta del “Ejército de Artistas”.
Las veredas del centro fueron minadas de música, cine y acrobacia durante dos horas (de 12 a 14).
Las bandas de rock dieron el presente en Avenida Córdoba y 9 de Julio. Allí tocaron DOCTOR VIDAL y LOS VINITOS DE VINCENT, ante un público que jamás se podría juntar en un pub: oficinistas, cadetes, adultos y chicos frenaron su incesante y esquizofrénico andar para escuchar un poco de música. Era extraño ver esa isla rockera en medio del trajín imparable de la avenida más ancha del mundo.
En Lavalle y Florida se proyectó, entre otros, el cortometraje LA SOMBRA DE LAS LUCES, un documental sobre la gente que vive en la calle. El contenido del film podía verse en simultáneo con solo girar la cabeza: mientras la televisión mostraba el testimonio de un linyera, un hombre levantaba las rejillas de la peatonal buscando monedas.
Si algo le faltó a este primer encuentro de artistas, fue la unión entre las propuestas. En los lugares donde se llevaban a cabo las presentaciones, no había ningún cartel ni volante que explique la movida. Solo fueron islas, pequeños campos minados repartidos por el centro.
Un porcentaje mínimo de la cantidad de gente que pasaba se detenía ante las obras. Los autos pasaban a velocidades de tres cifras, y sus conductores ni siquiera giraban la cabeza. Los que pudieron relajarse un poco, de seguro lo disfrutaron. El resto, son una prueba más de lo que nos falta para abrir los ojos y los oídos. De lo que nos falta para abrir la mente.

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