
SHOWS
Dos décadas de hardcore
El sábado, en La Trastienda, Minoría Activa presentó oficialmente su disco doble “Donde nadie pertenece” en marco de los festejos por los 20 años de carrera. Estuvieron de invitados Lucky y Chulo, de Diferentes Actitudes Juveniles, y Gianni, de Buscando Otra Diversión.
El Buenos Aires Hardcore fue un movimiento cultural y musical que marcó una etapa a principios de los ’90. La banda del Moncho (cantante) apareció cuando las agrupaciones más representativas estaban en su esplendor. Con el paso de los años, esta corriente quedó en el olvido, generando que muchos de los conjuntos se disuelvan. Minoría Activa pudo sostenerse a pesar de todos los contratiempos. Hoy están festejando los 20 años y los viejos y nuevos fans querían revivir parte de esa historia.
A celebrar
Al momento de arrancar los hardcore straight edge de Los Verdaderos el clima no era muy alentador. Solo un reducido grupo observaba con atención la propuesta. Al cabo de media hora la situación no se modificaría demasiado. La banda de todas formas intentó despertar el interés con el estilo veloz y la actitud que los caracteriza. Entre las canciones que se destacaron apareció “Mi lugar” y el particular cover de «Algún lugar encontrare», de Andrés Calamaro.
Con un recinto más poblado, Minoría Activa estaba a punto de subir a un escenario al cual el hardcore argentino nunca había llegado; era una apuesta y un gusto que los músicos se querían dar sin importar las consecuencias. Querían ofrecer un show híper profesional en un lugar del mainstream para eliminar esa etiqueta de que es un género que solo toca en espacios de pobre infraestructura. «Hay que cambiar esta imagen», diría el Moncho durante el set.
Entonces apenas pisaron las tablas de La Trastienda dejaron en claro con la seriedad que se habían tomado este festejo. Tras la intro «Vienen llegando», con la voz Wallas de Massacre (canción que abre «Donde nadie pertenece», de 2011) , saltaron a escena con un sonido furioso y compacto. Los seguidores más enérgicos ya estaban haciendo de las suyas en «Gritas y gritas», «La rebelión de los cobardes» y «La verdad nunca agoniza».
Como es su costumbre, el Moncho estaba encendidísimo y no quería que nadie sea indiferente al show, por eso le pidió a las personas que estaban lejos del escenario que se acerquen a compartir. Quería ver sus rostros cantando viejas gemas como «Fanatismo», «Volver a empezar» y «Joystick»; les compartía el micrófono para que sean parte de la fiesta.
Las canciones del disco doble «Donde nadie pertenece» ocuparon gran parte de la lista. El público mostró un gran conocimiento del álbum, aunque por las dudas el Moncho les consultó su opinión. Así como La Trastienda fue una gran apuesta, haber lanzado un álbum en este formato también. Contar con invitados de la talla de Evan Seinfeld (Biohazard), Mosca (2 Minutos), Wallas (Masscare), Topo (Dragonauta), Flavio Cianciarullo, Andrés Villanova (Carajo) y demás, le dio aún más valor.
Tras un pequeño break llegó un momento particular y que forma parte de esta apertura musical que intenta mostrar la banda: el electroacústico «Recordarte» con la presencia de Brenda (Bloodparade) sonó raro en ese contexto, pero no por ello dejó de ser interesante y novedoso. El momento punk fue con el cover de Cock Sparrer, «Because you’re young», con un gaitero dándole otro color. También hubo un nuevo espacio para Brenda y la versión de «Death come ripping», de The Misfits.
Para la parte final aparecieron las composiciones más deseadas por sus fans: «Sin humanidad», «Era de piedra» y «100% diversión», causando el mosh esperado. Sin embargo, las presencias de Lucky y Chulo, de Diferentes Actitudes Juveniles, y Gianni, de Buscando Otra Diversión, para el himno del movimiento «Buenos Aires hardcore» generó la adrenalina que ninguna otra provocaría. Una fiesta que cerró de la mejor manera con todos los músicos que pasaron por la banda sobre el escenario interpretando «Todos unidos».
En los últimos años Minoría Activa sufrió un retroceso desde la convocatoria, quizás por un ausencia prolongada en lo discográfico y un cierto estancamiento en lo musical. Sus reconocidos discos «94-97» (2002) y «Principio del fin» (2003) los habían colocado en un lugar estelar dentro de la escena, pero con el paso de los años fueron perdiendo ese potencial. Con el disco doble «Donde nadie pertenecen» intentan recuperar ese terreno con el deseo de convertir al disco en un clásico.
*Fotos por Valeria Pantarotto
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