RESEÑAS

Don Ramón y sus amigos

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Tras la frustrada visita en los primeros meses del año (frustrada para los porteños, ya que MARKY RAMONE pudo tocar en el Cosquín Rock) se organizó este recital, que a diferencia del anterior, en el que el músico había venido con una banda que incluía al hermano de JOEY RAMONE, contó con un grupo armado especialmente para la ocasión, que formaba de la siguiente manera: MARIANO MARTINEZ de A77AQUE en guitarra y voz, SEBASTIAN X de EXPULSADOS en voz y EDUARDO de CADENA PERPETUA en bajo y voz.

Cuadras antes de llegar al lugar se podían ver a varios punkies apurando sus “tintas” botellas de plástico, pero también a varios chicuelos que llegaban en remis. En la puerta se amontonaba la gente sacándose las zapatillas para poder ingresar.

El lugar estaba colmado, a pesar del precio de los tickets ($ 40) y en el pullman del lugar se aglutinaban managers, prensas, músicos (por ahí andaba el MOSCA de DOS MINUTOS y el VALA de CADENA, entre otros) y colados varios. En la parte de abajo, muchos ya iban entrando en calor para lo que se vendría en breve.

Pero basta de previa. Como buen anfitrión MARKY, salió a saludar antes de sentarse tras las baquetas y arrancar el recital con “Rockaway beach”, “Teenage lobotomy”, “I don’t care”, “Shenna is a punk rocker” y “Commando”. El pogo era infernal (demasiado y bastante caluroso por cierto) y no había distinción. Saltaba desde la niña con remera de VILLANOS hasta el veterano con esa remera que lleva a cuestas varias batallas.

Entre tema y tema el batero anunciaba los temas o hablaba (es un decir, ya que se le entendía bastante poco) con el público, ávido de punk rock. La seguidilla compuesta por “I just wanna have something to do”, “She`s the one”, “I don´t want you”, “Psychotherapy” y “The KKK took my baby away” sirvió para que los músicos testearan la resistencia de la gente, que ya no sabía qué sacarse debido al calor reinante.

Luego de “Outsider”, los “argentos” comentaban lo orgullosos que se sentían (se les veía en sus caras) de compartir la noche con el “jefe”, mientras MARKY los señalaba uno por uno y mostraba su aceptación con su pulgar arriba.
Siguieron “Danny says”, “I wanna be sedated”, “Beat on the brat”, “Pet sematary”, “Cretin hop”, “Life`s a gas” (“Además de ser un RAMONE, es una muy buena persona” se escuchó decir desde el escenario) y “Poison heart”.

No había respiro. MARTINEZ tiraba el “1, 2, 3, 4” entre tema y tema, pero ya se sentía el tufillo a final. “I don´t wanna walk around whit you” y “Today your love tomorrow the world” sonaron antes de “Pinhead”, con el obligatorio cartelito con la leyenda “Gabba gabba hey”. Después de una breve pausa y alguna canción, todo terminó con “Blitzkrieg bop”, y aunque la gente pedía más, se comenzó a desarmar el escenario.

Un show que cumplió desde varios aspectos. Para los que nunca pudieron presenciar un show de los “monchos”, fue una excelente oportunidad de ver, al menos, a alguno de sus integrantes. Para los fans más antiguos, hubo momentos de nostalgia. Y para los que fueron de curiosos, se llevaron en sus oídos y retinas un buen show. ¿Se puede pedir algo más?

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