RESEÑAS
Don Carlos y su voz

Después de ser la estrella estelar de la “Real Jamaican Night” durante dos años seguidos (2008 y 2009), el reconocido cantante jamaiquino pisaba suelo argentino una vez más.
Bienvenido
La única banda responsable en amenizar la espera fue El Natty Combo, quienes con casi una hora de set dejaron el ambiente ideal para lo que vendría. A lo largo de su participación, la banda liderada por el saxofonista Sergio Colombo, mostró sus dos etapas claramente opuestas. Es decir, cuando van por el lado instrumental demuestran un nivel musical superlativo; en cambio, cuando deciden incorporar la voz de Colombo, su roots pasa a ser convencional.
Previo a la salida del vocalista, varios DJ’S entretuvieron a la monada presente durante un buen rato. Además, entre tema y tema, se encargaban de promocionar el primer festival de Soundsystem, “Buenos Aires Soundclash”, a llevarse a cabo el próximo martes en este local.
Tras la suspensión del show el sábado pasado, por inconvenientes ajenos a la producción, Don Carlos estaba finalmente por subir a escena. En primer lugar, accedieron sus músicos a base de un potpurrí de canciones en versiones instrumentales. De movida, se percibió un sonido súper pulcro y elegante, que continuaría durante toda la noche.
Pasada la introducción, apareció el cantante jamaiquino, de 57 años, de la mano de “I love jah jah”, canción perteneciente a su último disco “Changes” (2010). Desde ese momento hasta el final del show, no paró de danzar al compás de las melodías. Cada paso suyo estaba sincronizado con lo que estaba sonando. De esta forma, no sólo demostró llevar el ritmo en la sangre, sino estar muy bien físicamente.
El público le demostró su amor incondicional en cada momento. Él, con frases como “Es un placer estar tocando para ustedes” o “Los llevo dentro de mi corazón”, trataba de retribuirle de alguna manera tanto cariño. Sin embargo, sus fans, con el hecho de escuchar himnos de la talla de “Ababa John I”, “Just can’t stop”y “Young girl”, les bastaba para sentirse ultra felices.
Un poco de todo
Durante sus últimos años, su lista de temas se basó en su aclamado CD en vivo “Live in San Francisco” (2002), que resume en buena parte su extensa carrera. Si bien el concierto del miércoles se centró en estas canciones, también le dio lugar a las nuevas como “Changes (things in life)” y “Rude boy (go easy)”.
Más allá del amor que le brindaban, el comportamiento de la masa fue moderado a lo largo del show. Aunque se los observaba alegres y bailarines, no se los notaba eufóricos como en otros conciertos del jamaiquino. Sólo en clásicos del nivel de “Living in the city”, “Frontline” o “Holiday”, sus reacciones eran más extrovertidas.
Acompañado de una pequeña toalla blanca, Don Carlos caminó el escenario de un lado a otro, con su voz melodiosa intacta al frente. Este hermoso tono le da a las canciones una dulzura y un ritmo sin igual, que las terminan convirtiendo en únicas.
Los músicos que están a su lado le ofrecen una profesionalidad y un sentimiento que le dan mucha libertad para expresarse. Se percibió un buen clima entre todos los compañeros. Sin dudas, este temple benefició a la actuación del cantante: se lo observó feliz y cómodo a lo largo del show.
Para el cierre con “Passing glance”, Don Carlos interactuó con sus fans, haciéndoles mover los brazos. Mientras se retiraba por segunda y última vez, la banda, como en otras partes del show, continúo zapando y demostrando su nivel internacional. Tras 90 minutos, se despidieron definitivamente.
El legendario cantante pasó con éxito una vez más por el país. Pese a tocar una día de semana, el público disfrutó este rico y entretenido concierto. Por lo visto, la masa reggaera argentina se aseguró visitas infinitas de Don Carlos. Pegate una vuelta cuando quieras.
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión