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Doble aniversario

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La reunión de la formación original de  The Mission  (o casi) es una mera excusa en realidad. Hace un par de años la banda se había despedido con una serie de shows en Londres para nunca más volver. Después de eso, Wayne Hussey emprendió una tímida carrera solista que incluso pisó suelo argento, pero que eventualmente culminó con la reunión de la formación clásica de la banda: Wayne Hussey, Craig Adams y Simon Hinkler (el baterista Mick Brown se retiró hace años de la industria musical).

Decimos que la reunión es una mera excusa para girar porque en realidad The Mission es el pseudónimo de Wayne. Por supuesto que el fanático sabe de la importancia de los otros músicos en el sonido del grupo, pero para el gran público Hussey es la banda. Por eso mismo también ha existido con diferentes encarnaciones sin disminuir su popularidad; como Robert Smith con The Cure o Andrew Eldritch con Sisters of Mercy. Se entiende el punto.

La excusa es la celebración de los 25 años de la banda, por lo que la lista de temas estaría concentrada en los primeros discos del grupo. El inicio no deja concesiones; tres clásicos de géneros bien distintos pero, al mismo tiempo, característicos de la banda: el rock oscuro de “Beyond the pale”, el pop más puro de “Hands across the ocean” y la intensidad de “Serpent Kiss”. Más allá de la diversidad en la obra de The Mission, el común denominador es el rock gótico. Tal vez es injusto encasillarlos en algo, pero esa bandera la pueden llevar con orgullo de todas formas. No hay nada que lamentar: Hussey sabe que ha basado su carrera en composiciones oscuras y no reniega del público que le ha dado el éxito, a diferencia de otros contemporáneos.

Lo cierto es que al ser unos fieles representantes del género, al mismo tiempo están muy lejos de eso. Wayne es un tipo muy gracioso, y el día del show también es su cumpleaños, y lo celebra a su gusto: tocando en una de sus ciudades favoritas, vino tinto en una mano y guitarra en la otra. Por supuesto que hay salutación (en inglés y castellano) por parte del público; primero a capella y luego con banda.

Más allá de las intenciones de la reunión, afortunadamente la banda está en perfecto estado: la voz del cantante está en condiciones (además es de esas personas que cantan como hablan) y el grupo suena realmente ajustado y más rockero. Ayuda tener un baterista potente considerablemente menor que el resto de los integrantes. Tiene mucho empuje y hace sonar todo más desprolijo (en el buen sentido) y más rockero. El momento donde más se ve esto es en “Deliverance”, en una versión más que acelerada que motiva a algunos presentes a volar por los aires un rato.

Del parte del público lo que sorprende es que las generaciones no se mezclan. Cuesta realmente encontrar gente menor de 25, así como costaría encontrar mucha gente grande en un concierto de HIMo de 69 eyes. Supongo que The Cure es la única banda del género que puede unir a todas las generaciones. En fin, uno tiene la sensación de compartir show con las mismas personas que fueron a ver a Sisters of Mercy hace algunos meses o que irá a Peter Murphy en una semanas, sin contar que puede encontrarlos bailando en lugares como Requiem. Son gente fiel a sus raíces.

El repertorio es un grandes éxitos, uno tras otro, concentrándose más que nada en los primeros dos discos: “God´s own medicine” y “The First Chapter”. La banda se destaca tanto en los momentos climáticos como en “Naked & Savage” o “Wake”, pero para mí gana vuelo en los momentos más intensos como “Wasteland” o “Severina”, clásicos que no pueden fallar nunca. La intensidad de “Crystal Ocean” da ganas de canciones rockeras que no fueron corte como “Blood Brothers” o “Bridges Burning”, pero no hay caso.

Para los bises primero sale Hussey solo con su eléctrica de 12 cuerdas para una íntima versión de “Like a child again”, canción que no forma parte del período clásico de la banda pero que forma parte de un lindo disco como “Masque” y que no debería ser olvidado, así como tampoco las canciones de “God is a bullet”. The Mission tiene esa cosa que también tiene Echo & The Bunnymen de haber sacado discos realmente interesantes que quedan en el olvido por el simple hecho de ya no tener relevancia en los medios grandes y la nostálgica industria discográfica de estos días.

También hay tiempo para covers, algo característico en la historia de la banda. Primero una conocida por la gente: “Like a Hurricane”, de Neil Young, y luego una muy desapercibida “All Along The Watchtower”, de Dylan. Sorprende  la poca respuesta ya que, si bien Dylan o Hendrix no pertenecen al mundo gótico, las versiones son excelentes. La banda siempre se ha despachado con grandes interpretaciones de artistas que poco tienen que ver con su mundo.

Para el final, el himno “Tower of Strenght”, esa canción que va creciendo de a poco, que empieza con Hussey apoyado con un sample y termina con losintegrantes atacando sus instrumentos generando un hermoso ruido.

Al final quedaron clásicos afuera y canciones que pedía la gente. Prometieron volver el año que viene pero con The Mission nunca se sabe. Festejamos un óptimo presente y la celebración en vivo de las canciones que significan tanto para tanta gente.

azafatodegira.com

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