RESEÑAS

Detrás del cielo

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Un viaje risueño

Noche de viernes. Matices varios de un viaje en un 53 repleto de caras cansadas y vidrios empañados que, sin embargo, permiten ver lo que ocurre en las afueras del mundo del mecánico motor. Cyberjuegos, boliches con música tecno. Cotidianeidades que le dejan una sonrisa irónica a este viejo cronista de rock.

Pero no todo es trivial y mecánico a estas horas, ya que hay gente que, entonando canciones y tomando su bebida predilecta -o no-, comienza con el ritual de alentar a su banda de rock preferida, abrazados de sus amigos –o no- y flameando banderas que costaron hacer.
Me acerco a la esquina, miro el papelito, levanto la vista, y sí, estoy en Estados Unidos 1234.

Esperando que baile LA COVACHA

Las dos bandas que soportaron la noche fueron EL ABUELO y LA PISTRACA. Los primeros salieron a escena pasada largamente la medianoche y vestidos de riguroso negro y sombrero arremeterieron con media hora de su música, la cual contaba con diversos climas por demás interesantes provenientes de un violín excelentemente ejecutado, que sumado a los instrumentos tradicionales de una banda de rock, daban un muy buen resultado para los oídos ajenos.

La lista de temas contó con unos prolongados ocho argumentos, entre ellos: ”Pedro”, “Hipólito” y “Bomba”, siendo este último uno de los más festejados. Con “Ni olvido”, la gente de negro se retiró, saludo y agradecimiento de por medio, dándole lugar así a la segunda banda soporte.

Luego de 20 minutos de espera, la gente de LA PISTRACA decide salir a escena con su rock para nada cuadrado en medio de una manada de gente que seguía llegando al más viejo de los antros porteños. Aprovecharon la fecha para seguir presentando su primer trabajo independiente “Peripecias” y además enseñar temas de su segundo disco que verá la luz cerca de fin de año.

Para el que no conoce a esta banda, se puede decir que tienen marcadas influencias redondas en lo que respecta no solo a la voz del cantante, sino también al desempeño de toda la banda en sí.

“Vamos a hacer un cover de una banda de la que muchos dicen que somos copia, pero no lo somos” y arrancaron con “Esa estrella era mi lujo” de LOS REDONDOS para luego rematar: “Quiero que sepan que este es un humilde homenaje a Los Redondos”. Aplausos prolongados dándole pie al último tema de los diez ejecutados, invitando para éste al negrito MIGUEL en armónica, dándole fin a su recital y dejando el piso limpio para la salida de la banda de Quilmes.

Baila Covacha!

Casi dos años pasaron del último Cemento “covachero”. En ese momento la banda se iba de los escenarios porteños para grabar su segunda placa, la cual, sin embargo se retrasó más de lo esperado. Casi dos años y la fiesta no cambió. Las bengalas ardieron, los trapos se colgaron, y los paraguas corrieron por todo Cemento tapando las gotas que caían desde el techo sudado como la última vez.

Casi dos años y la alegría -tanto arriba como abajo del escenario- es la misma. los cantitos se repiten tema tras tema, los clásicos siguen manteniendo esa chapa, y las letras conservan la misma vigencia de cuando fueron escritas. Eso es LA COVACHA, una banda que a pesar de haber luchado por el descenso este último año se mantuvo firme en primera división, y ahora busca seguir sumando puntos.

La noche arrancó con “No hay perdón”, pegado sonó el primer corte difusión “Venir andando”. Ante la alegría desenfrenada de su público, siguieron con “Presagios”, para luego llegar a uno de los puntos más altos de la noche con el cover de SUMO, “White trash”. Luego tocaron “Me juego la cabeza”, tema que estará incluido en su próxima placa Detrás del cielo, a salir a mediados del mes de Marzo.

Hicieron su clásico set de percusión y luego de “Me pongo la 10” dieron por concluida la primera parte de su show.

Oh eh oh eh!

La segunda parte comenzó con “El sueño no tiene color”, “Sacudirán” y “El rey”. Muchos seguían en la parte de atrás de Cemento, por lo que fueron varios los que se bañaron alegremente con cerveza mientras corrían desesperadamente a la parte de adelante del recinto. Luego fue el turno de “Dale-dale”, con el típico monólogo reflexivo de SALVADOR TIRANTI (voz) -el cual vale la pena escuchar- para luego cerrar con el triplete de “Desterrado del cielo”, “Apago la luz” y nuevamente “Venir andando”.

Año nuevo, disco nuevo para LA COVACHA, banda que el año pasado jugó la promoción, se salvó y ahora tiene jugadores, técnico e hinchada para campeonar. El torneo ya empezó, la primera fecha está jugada y ganada, solo resta entrenar más seguido para mantener el estado y poder llegar a fin de año clasificado para las copas internacionales y afianzado en primera división.
Próxima fecha: 13 de Marzo en Hangar

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