RESEÑAS
Desde otro lugar

Luego que su baterista Yuri Ruley se despidiera del grupo, el 18 de julio pasado, el músico estadounidense decidió realizar un tour en solitario por varios países americanos. Para no sentirse solo, se trajo de gira a su amigo Jose Garzon, de FeelsLikeFriday. De este modo, el público local podía escuchar por tercera vez a Herrera, aunque en una situación completamente distinta a las anteriores.
Para ir entrando en calor cuatro grupos locales calentarían el escenario de Flores. El primer lugar lo ocupó el punk pop juvenil de Siempre A Diciembre, le continuó la energía de Summer, le siguió la melancolía adolescente de Shirlit y por último, la contundencia y la melodía de los Corto Plazo, con “Corvata”, de Carajo, como invitado.
Previo a la salida de Mike, Jose Garzon también mostró parte de su material en formato acústico. Sonaron canciones de su banda de Florida, FeelsLikeFriday como “The promise”. Por la actitud del músico, los espectadores se entretuvieron durante los 20 minutos pese a desconocer por completo el material.
Mike Herrera se paró sólo frente a su público y comenzó con su seguidilla de melodías. Al principio los fans acompañaban con palmas y voces estas reversiones, aunque se notaba que necesitaban un poco de distorsión. Si bien con la inicial “Tomorrow’s another days” todos coreaban, a medida que transcurrían los minutos el ánimo iba decayendo.
No es sencillo mantener un show excitante con sólo una acústica, por eso era factible que el público bajara su intensidad. Igualmente la mayoría disfrutó de estas canciones, especialmente cuando sonaban las no tan esperadas “Building tumble”, “Southbound” y “Move to bremerton”.
A Herrera se lo vio de buen ánimo y con la ambición de que todos pasaran un buen momento. Lo consiguió durante buena parte del set, sobre todo cuando hacía participar a sus fans. Si bien con la balada “Quit your life” las voces de multiplicaron, sorprendió la reacción de su gente con la canción de su grupo paralelo Tumbledown.
Como era de esperar, los espectadores se mantuvieron bastante quietos a lo largo del set acústico debido a la propuesta. Sin embargo, hacia el final de ese segmento, el público tomó otra posición a partir de la gran versión de “Olimpia wa”, de Rancid. Luego, con los clásicos “Responsibility” y “Punk rawk shaw”, la euforia se había adueñado de Asbury Rock.
Después de un pequeño ínterin llegó el momento esperado por todos con cuatro poderosas canciones. De más está decir que el final eléctrico generó el pogo y el mosh que los jóvenes necesitaban. A la izquierda de Herrera (con su clásico bajo) se ubicó su compañero de ruta, Jose Garzon, en guitarra, completando la formación dos integrantes de Corto Plazo en viola y batería, para enloquecer a la masa con “Doing time”.
Con las felicitaciones de Mike, los chicos le dejaron su lugar al guitarrista de Miravientos y al baterista de La Billy, quienes pusieron su granito de arena para “I’m Ok, You’re Ok”, “My life story” y “The KKK took my baby away”, el clásico de The Ramones. La masa le pedía una más, pero tras una hora de show se despidió. Al menos, Herrera se sacó fotos y firmó autógrafos amablemente durante un buen rato.
A veces, los músicos, después de tantos años en la ruta, necesitan tomar distancia de algunas canciones. Otros, en cambio, precisan verlas desde un nuevo lugar, como fue el caso de Mike Herrera. A su vez, la gente puede encontrar otras tonalidades sobre aquellas melodías que amaba. Sin dudas, un cambio que resulta favorable para todos.
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