RESEÑAS

Desde el cielo

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Más de uno se habrá reído al escuchar por primera vez la idea de los organizadores de hacer un festival en plena montaña, pero los hechos demuestran simplemente lo contrario. Si algo venía gestándose en las ediciones anteriores, en ésta alcanzó la mayor convocatoria y el mejor nivel musical, logrando así una consolidación por demás anhelada.

Lo cierto es que reincidentes o no, 5000 personas se sumaron a esta propuesta y disfrutaron de dos días de sierras, de naturaleza impactante y de, obviamente, lo mejor del reggae de este lado del mundo. Más de 20 bandas fueron las encargadas de llenar la montaña de buenos sonidos y de hacer bailar al público, sumamente variado y multigeneracional. Los jóvenes fueron mayoría, varios de ellos venidos de otras provincias e incluso algunos de países vecinos y otros, no tanto. No faltaron denominadores comunes como rastas, piercings, los colores verde-rojo-amarillo y los ojitos siempre rojos.

El lugar contó con dos zonas bien diferenciadas, la del escenario y la de la pileta. Por un lado, el sector del escenario proponía la música en vivo con un sonido aprobadísimo donde a partir de las 18 del sábado comenzaron a subirse tímidamente las primeras bandas, sin grandes sobresaltos por parte del público.

Por otro lado, y unos buenos metros más arriba, se encontraba una pileta de 25 x 15 metros aproximadamente, que contaba con la música de los DJ’s residentes y con un bar al mejor estilo tropical donde las frutas y los cocktails copaban el menú. Esta zona se convertía en una excelente alternativa para descansar un poco de los shows, mirando por algunos momentos el paisaje y a los malabaristas haciendo de las suyas, por otros. En fin, muchísima calma existía en este lugar y los presentes así lo demostraban, que, sentados, tirados o acostados, veían el tiempo pasar.

Si bien la enorme piscina resultó casi inutilizada por la constante amenaza de lluvia, no faltó el que cansado y acalorado de tanto bailar, optara por un renovador baño en la pileta que, por cierto, es de agua pura de vertiente.

Por el lado del escenario, todo estuvo muy tranquilo con el paso de los porteños de TIERRA, los locales de CAPITAN AMARILLO, los neuquinos de QUIJOTES y los puntanos de KAMELEBA. Con casi una hora de actuación por banda, prepararon el espacio para recibir a la agrupación BUTUMBABA.

Los santafesinos gozaron de una buena respuesta por parte de la gente que desde hace un buen tiempo ya los viene acompañando. BUTUMBABA resultó ser una de las bandas más familiarizadas con el festival y con el público cordobés en sí, hecho que seguramente ayudó a que la fiesta comenzara a armarse.

¡Son los asesinos de la ABUELA COCA!

Con el ambiente calentito, se retiraron los santafesinos para recibir a una de las bandas más esperadas del fin de semana. ABUELA COCA pisó el stage apenas pasada la medianoche y no defraudó ni al espectador más exigente. Los uruguayos demostraron una enérgica solidez a través de sus canciones, en la mayoría de los casos coreadas por la multitud. Cerraron 60 minutos de actuación con el tema “Asesinos”, que hizo saltar a más de uno con los gritos de ¡Ska, Ska, Ska!

Ya despuntando la madrugada, RIDDIM salió a escena con una propuesta algo (sólo algo) más tranquila que sus antecesores. Con buen reggae y con algo de ska al más puro estilo Jamaica prepararon a los presentes para el momento cumbre de la noche. Ya para estas horas, el festival pecaba un poco de monotonía y el público se mostraba agotado. Pero lo mejor de la primera noche estaba sólo por llegar…

El reggae Non Palidece

¿Qué mejor que cerrar un día así con un show de NONPALIDECE? Los chicos demostraron ser pura experiencia y no hubo con qué darles. Aunque para esas horas la cantidad de gente había mermado (algunos durmiendo, otros comiéndose algo en los puestos de comida vegetariana) el delirio fue total.

Con fanáticos propios y muchos años de trayectoria bajo el brazo, dieron un show simplemente impecable. Con un súper clásico de MARLEY –“Buffalo Soldier”– se bajaba el telón de este agitado sábado por la noche.

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas?

El segundo y último día del festival arrancó con muchas nubes y alguna que otra llovizna. Para media tarde todo eso había quedado en el olvido. El sol salió y alrededor de las 17, el escenario se hizo sentir nuevamente. Con los tucumanos de GRAN VALOR a la cabeza, comenzó la programación de las bandas. Digamos que los chicos del norte cargaron el aire de romanticismo y también de canciones a lo “Pachamama” con lo que consiguieron que los presentes bailaran mirando y levantando sus brazos al sol. Luego pasaron los cordobeses de DEMASIADO REVUELTOS, siguiendo con los capitalinos SHAMBHALA.

Casi infartando a los presentes que venían demasiado tranquilos, subieron las chicas de la nueva formación de ACTITUD MARIA MARTA, que con su hip hop revolucionario y sus canciones de protesta como eje (una especialmente dedicada a George Bush), enfurecieron a la multitud que les regaló buenos aplausos y elogios varios.

Pero los uruguayos de CHOLE & BROWN, consiguieron algo único. Pisando el escenario cerca de las 20.30, crearon una atmósfera especial haciendo lo que ellos mismos titularon un “Tributo a MARLEY al atardecer”. Interpretando sólo temas del más grande como “Positive Vibration”, “Tomorrow People” y una versión bilingüe de “Redemption Song”, le rindieron homenaje a BOB MARLEY por un buen rato.

Para cortar nuevamente con la parsimonia y paz que reinaban en el aire, salieron a escena los cordobeses de PALO Y MANO. Esta agrupación con fuertes influencias afrolatinas, irrumpió la calma con la percusión como protagonista principal, entregándole un no sé qué al público, que respondió a puro baile. Casi sin hacerse sentir pasó la banda porteña MOVIMIENTO URBANO, para dar paso al grupo más consolidado dentro del under cordobés.

Voy con ARMANDO FLORES, armando…

Uno de los organizadores los presentó como “la acción más practicada este fin de semana” y con su experimentado líder, el “AJI” RIVAROLA, ARMANDO FLORES captó la atención de todos los presentes con sus constantes apologías al cannabis, tocando desde los más remotos temas de su discografía hasta canciones de su próximo disco. Con frases como “todo el día fumando mariposa” se ganaron la simpatía del público, que quedó boquiabierto con el cierre con “Don Eufrasio”, gritos de “¡Che Culiau!” incluidos.

Un tanto alterado ya por estas horas y después de tanto funk y reggae de ARMANDO FLORES, el público se dispuso a bajar un poco los decibeles y prepararse para la última banda. Ésta generó tanta expectativa y ansias por parte de la multitud que SIN SEMILLA quedó un tanto opacada por la interminable espera para el broche de oro de este festival. ¡Sí, LOS CAFRES!

LOS CAFRES magnetizaron durante más de una hora de show la mirada de todos los allí presentes, haciéndolos delirar con excelentes melodías reggae y temas tan clásicos de la banda como “Dreadlocks”, “Pensamiento”, “Palabra Dub”, la romántica “Aire” y la tranquilizadora “De mi mente”. El cierre fue puro mensaje con “Sueña por el hoy”. Claro, totalmente justo. ¿Quiénes podrían ponerle fin a tantas emociones sino LOS CAFRES?

Lo cierto es que este festival dejó a todos con ganas de un bis, que seguramente llegará el próximo año, con mayor convocatoria seguramente, ya que lo ocurrido el fin de semana dará mucho de qué hablar. Una buena dosis de naturaleza, paisajes, amigos, reggae y mucha buena onda es altamente recomendable. ¿Quién opina lo contrario?

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