RESEÑAS

Demoliendo los primeros hoteles

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La noche del viernes ya se mostraba un tanto fría y las primeras gotas que comenzaron a caer sobre la calle Marcelo T de Alvear al 1100, no impidieron que las personas se acercaran a las puertas del Teatro Coliseo para ver el primer recital de MIGUE GARCIA.

Las cortinas del escenario se abrieron y el primer show de MIGUE, que tenía como objetivo presentar su primer cd “Quieto o disparo”, comenzó a rodar. Ahí se encontraba este joven de 28 años, cuya figura es idéntica a aquel CHARLY que muchos adultos supieron disfrutar por los años setenta y ochenta, ya que el pelo y su delgada figura lograban un retrato semejante al de su progenitor.

MIGUE se presentó al frente de su teclado, rodeado por una penumbra de humo que le daba un tono misterioso a su figura. A su derecha estaba ubicado el hombre con la guitarra: JAVIER CHESI MATTANO, a su izquierda y en bajo estaba FRANCISCO PACO ARANCIBIA, y atrás MARCELO BARAJ en batería, músicos que completaron el grupo y que lograron complementarse con MIGUE a la perfección.

El tema seleccionado para el arranque fue “Obvio no”, seguido por “Seguro”. Dos canciones que dieron el indicio de un show que fue por momentos intenso y que, a su vez, fue relajado.

Por otro lado, el joven compositor se dio el gusto de invitar a YUL ACRI a tocar teclados y a LUCAS MARTI en guitarra para interpretar uno de los temas incluidos en su lista: “Historias de terror”.

Desde el principio y hasta el final del concierto, MIGUE se mostró muy emocionado por la cantidad de personas que convocó para su noche debut. Las palabras de agradecimiento para con su público fueron pronunciadas una y otra vez al final de cada canción.

Varias son las cosas que se rescatan de este recial: el excelente sonido y la combinación de luces y humo hicieron que el show sumara muchos puntos a favor. Por supuesto, la calidad de los músicos que lo acompañaron ayudaron a MIGUE a que su noche fuera muy satisfactoria.

El joven GARCIA logró recorrer a lo largo de todo el show quince temas, nueve de los cuales pertenecen a su disco debut. Los más disfrutados por todas las personas que llenaron el teatro Coliseo fueron “Quieto o disparo” y “Dos edificios”, tema en el que convocó, para el delirio total de la gente que se acerco al Coliseo, a su padre CHARLY, y con el que cerró la primera noche que vislumbra los primeros pasos del joven compositor.

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