Decadencia hitera

En la puerta de Obras no hay agite. Apenas algunos pocos flacos pidiendo unas monedas para entrar hacían saber que ahí adentro se llevaría a cabo un recital de rock. Sí, de rock. Y para que no queden dudas, durante el primer tema hasta hubo bengala, pero todavía falta para llegar a eso.

En la puerta de prensa se iban juntando amigos y familiares de la banda, algunos periodistas y músicos, de los cuales algunos luego subirían al escenario, y muchos, muchos niños.

Dentro del lugar las populares y la platea estaban llenas, y el campo lucía completo en un ochenta por ciento. La mayoría de los presentes estaban con sus familias. Había muchas parejas y muchos niños corriendo por el lugar. Pensar que tocaban en festipunks…

Cuando faltaba un cuarto para las diez de la noche, se apagaron las luces del estadio y apareció la banda, de impecables trajes negros que durarían poco y al tercer tema ya habría algunos en remera o con la corbata floja.

No busques la calma, no existe la paz

“Sigue tu camino”, “Viviré por siempre” y “Pendeviejo” fueron los temas de su último disco con los que el combo decidió arrancar la fiesta en Obras. Entre el público había mucha gente a caballito, pero no eran voluptuosas muchachas, sino niños/as, a los que sus padres subían para que pudieran ver el show. Que tierno!.

En “La prima lejana”, el escenario se llena -aun más- de músicos. “Amigos de la vida” dice CUCHO, cuando presenta a JOAQUIN LEVINTON de TURF, JUANCHI BALEIRON y a los SUPER RATONES. Después de tocar “La marca de la gorra”, un enorme par de tetas inflables se instalan en el escenario durante “A los piropos”.

“Pochi peluca” volvió a la lista después de un largo tiempo y fue recibido con todos los honores: o sea, a puro baile y con MIGUEL ZABALETA de invitado. Luego llegaría “Los Piratas”, con el que más de uno que estaba con su esposa se habrá sentido identificado.

CUCHO abandonó el escenario y se fueron sucediendo los temas en voces del resto de la banda. Total “cualquiera puede cantar” ¿no?. “Ángel y demonio” y “Un osito de peluche de Taiwan” -con JUANCHI nuevamente invitado- son cantadas por JORGE SERRANO; “Como la abeja y la flor”, “El gran señor” y “Besándote” por DIEGO “CEBOLLA” DE MARCO.

Momentos emotivos

Después de “Auténtica” volvió el cantante, ¿titular?, al escenario, para hacer otro de los temas de su nuevo disco, en este caso “Los amigos del campeón”, con “El Beto” de La 12 como “bombo invitado”.

Ante el cantito de “Ole ole ole, Diego Diego” que estaba en las 4500 gargantas, el frontman dedicó el show al futbolista, pidiendo “que la prensa no lo mate, ya que nos dio muchas alegrías”.

Llegaría el momento acústico y la banda fue a cambiarse sus oscuros trajes por jeans y camisas blancas. Para hacer tiempo sonó “La bebida, el juego y las mujeres” a capella. “Con ustedes, Los Auténticos Decadentes acústicos” dijo CUCHO antes de volver a retirarse.

El hermoso “Bichiluz”, “Río”, “Loco (tu forma de ser)”, “El pájaro vio el cielo y se voló”, “Ay mi vida” y “Perro celestial” fueron los temas que sonaron en forma “unplugged”.

Fiesta final y decadente

“Y ahora…¿cómo levantan este muerto?” se escuchó por el campo. “Espera y vas a ver” le contestaron. Con la banda en pleno comenzó la arremetida final, que comenzaría por “Corazón”, “Diosa”, “Vení Raquel” y “El murguero”. El público pedía basta, pero aún faltaba más.

Se acercaba el final, fue entonces cuando sonó “Beatle”, con CIRO PERTUSI en las voces. Acto seguido le pegaron “La guitarra”, con el que se bajaron del escenario, para volver luego con el ex guitarrista de TODOS TUS MUERTOS, HORACIO GAMEXANE y hacer una extensa versión de “Gente que no”. Le siguió otra versión –y van…-, en este caso de “Siga el baile”.

Cuando el domingo comenzaba, sonó el último tema de la noche, “Como me voy a olvidar”, con el que se retiraron definitivamente del escenario, esta vez para no volver.

Una excelente puesta, en los temas nuevos se proyectaban imágenes referidas, una excelente banda, invitados que sumaron y esas canciones que las sabes por más que no quieras, hicieron que la noche del sábado fuera mucho más que una fiesta.