RESEÑAS

De reptiles y ciudades británicas

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Al ver la postal que se reflejaba en el lugar, era como si el apuesto y musculoso muchacho deportista de preparatoria yankee con su campera de baseball con su clásica “S”, hubiese perdido su trono de galán ante la más linda de la escuela, siendo despojado por el rocker marginado y enemigo del deporte, generalmente caracterizado cómo ”Loser” en el film, cuando éste la invita a un show de su banda.

Unos cuantos jóvenes de corte “ramoneroamigode rollinga”, y varias nenas como la descripta anteriormente se daban cita a la reunión musicalizada por estas dos bandas. La espera se hizo más amena con cervezas y música adecuada al acontecimiento de esa noche, donde SEX PISTOLS, THE JAM, THE CLASH, y obviamente THE RAMONES, salían por los parlantes.

No todas las IGUANAS son IGGY

En los últimos tiempos, se está viviendo un revival de lo que fueron aquellos años en los que un descontrolado IGGY POP le daba forma a los STOOGES, donde centenares de bandas como THE HIVES, THE VINES y the que sé yo, tomaron prestado su modelo, lo recauchutaron y lo vistieron acorde a los tiempos que corren, convirtiéndose de esta manera en los hijos mimados de la cadena MTV, justamente el lugar que hace unos cuantos años, el maestro de estos últimos, hubiese sido echado a patadas.

En este caso, los locales IGUANAS MONTECARLO coquetearon con su sonido influenciado por esas corrientes de antaño, pero sin agotar bruscamente la fórmula ni cayendo en la copia absurda, y hasta haciendo escalas por algunos momentos en los desaparecidos REZILLOS. Con una chica en bajo y con melodías pegajosas, defendieron más que bien su turno en el escenario.

Momento, esa estética la conozco

Al ver por primera vez a GLASGOW parados en el escenario, lo primero que uno se imagina es “oh no!, otra banda ramonera”, ya que la estética de los muchachos es bastante similar a la de los monchos, por ende, igual a la que las “bandas tributo locales” utilizan en vivo.

Pero no todo es así, ya que me taparon la boca desde el comienzo con su sonido. Por momentos se sienten aires ramoneros (en la era del ”End of the century”), y más allá de llamarse como la ciudad inglesa, el sonido neoyorquino al estilo de los actuales D-GENERATION es una constante. Pareciera ser como si por primera vez un rollinga y un ramonero se hicieran amigos y compartieran un escenario (después de todo, esas peleas pelotudas existen sólo aquí en Argentina).

Con la excusa de darse una vuelta por su disco ”Ultimatum”, estos muchachos a causa de sacudones guitarrísticos algo rudimentarios como los que los influencian, entregaron ”Mi nueva tentación” y “Nada más”, de su nombrado trabajo, y obviamente otros títulos que luego de un par de cervezas uno se olvida.

Por momentos rockeros, por momentos glamorosos, por momentos punks pero siempre frescos (chequeen BACKYARD BABIES, en el Kazaa hay bocha y se darán una idea). Si se confunden una nota, no importa, total es rock and roll y aquí está todo permitido. En la época que todos vuelven (los NEW YORK DOLLS lo hacen sin JOHNNY TUNDERS, que estafa, jaja), es bueno que tengamos exponentes que no se fueron y defienden su lugar. Eso fue GLASGOW en vivo: frescura, actitud y sobre todo, mucho rock and roll en sus oídos.

Después de ver esta banda, me di cuenta que por suerte hay grupos que verdaderamente saben rockear. Sólo hace falta encontrarlas. Y de ahí me fui a un lugar donde poder seguir bebiendo, mientras por mi cabeza rondeaba “Hammersmith Palace” de DEMOLITION 23 y pensaba cómo escribir todo esto que acaban de leer

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