De la Guarda dejó su huella

El Acople pudo asistir a la premiere del que sin duda es el emprendimiento artístico argentino más original y exitoso de los últimos años.

Gestado durante 1995, se trata de un despliegue coreográfico en el que los actores-bailarines-músicos-acróbatas se desplazan en el aire con arnés y cuerdas, sobre la cabeza del público que los mira de pie. Incluso llegan a elegir al azar alguna persona para llevarla a volar. Lo hacen bajo una lluvia constante y al ritmo de música tribal y electrónica grabada o ejecutada en vivo.

Muchos seguramente habrán visto el video clip o escuchado los gritos y golpes de tambores arrancados desde lo más primitivo y emocional del ser humano. Ellos no pretenden transmitir un mensaje: “La obra está inspirada en un sentimiento festivo, poder transmitir todos los estados sin ningún control, sin otro objetivo más que el de vivir.

Después de recorrer el mundo, volvieron con una puesta renovada, con más ritmo, agilidad y experiencia técnica. Un grupo de andinistas, iluminadores y sonidistas son parte indispensable del espectáculo.

La huella De la Guarda

La nueva sala Villa-Villa que ellos mismos idearon, quedará para futuras obras y demuestra que aún hay quienes apuestan al arte y las emociones. Y por qué no a subvertir los estados del alma.

Si te gusta quedarte parado bajo la lluvia, mirar las estrellas y escuchar los sonidos de la noche, jugar revolcándote en el piso. Si soñás con volar o arrojarte de espaldas al vacío. Si la música te vuelve un poseído, entonces disfrutarás De la Guarda.

Florencia Garófalo. De la Redacción de El Acople