RESEÑAS

DANCING MOOD, noche ganada

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Reggae, señores. Eso fue lo que ofrecieron los Mood en aproximadamente dos horas de set. El espectáculo arrancó casi hora cuarenta más tarde de lo anunciado, por lo que la masa, a pesar de su reinante pasividad –así le llaman algunos-, de repente salía de aquella somnolencia y, mediante algunos chiflidos, intentaba apurar el inicio de la velada.

Cuando las luces se apagaron, la adrenalina se disparó entre los presentes que, ante la apertura del telón, no se toparon con otra cosa que cuatro jugosas odaliscas que, vestidas de un color distinto cada una, bailaron exóticamente para el deleite de más de un rasta durante poco más de cinco minutos.

Luego del acto árabe-remixado, los once músicos de la orquesta –no tienen nada que envidiarle a un instrumentista de música clásica- se escurrieron sobre las tablas con HUGO LOBO a la cabeza, quien, como preámbulo del completo recital, se encargó de darle la bienvenida a su gente. “Buenas noches y muchas gracias por venir”, saludó el trompetista, que inmediatamente fue secundado por las primeras notas de bajo que dieron comienzo a “Tunisia”, la primera de las más de veinte composiciones que conformaron la lista de temas.

Con una remarcable puesta en escena, la banda continuó su repertorio con “Police Woman”, “Scrapple From The Apple” y un exquisito cover de “Fantasy”. En cada pieza hubo lugar para los esperados solos de vientos, entre los que se llevan todos los aplausos EZEQUIEL “Peri” RODRIGUEZ (armónica), RUBEN MEDERSON y SERGIO COLOMBO (saxo).

Ante la espontánea decoración del local, trapos y el colorido de las bengalas mediante, el show continuó con temas como “For All We Knew”, “María” y “Confucious”. Ya entrado el concierto, se instaló en el escenario una orquesta de cuerdas, compuesta por tres violonchelos, un contrabajo, tres violas y tres violines, que no hicieron más que agregar calidad al sonido que salía del escenario y endulzaba los atentos tímpanos del público.

Tampoco faltaron invitados ni caras conocidas. Del lado del público se lo pudo ver al bajista y vocalista de CARAJO, MARCELO CORVALAN, y entre los músicos que participaron en algún tema se lo puede mencionar a MAIKEL, guitarrista de KAPANGA. La gran ausencia de la noche fue la de MIMI MAURA, que actualmente se encuentra con un recaída de salud y para quien LOBOS se tomó unos segundos para agradecerle y mandarle los cariños de la banda.

Pasada la primera mitad de la noche, vinieron “I Just Don´t Want to Be Lonely”, tema al que PABLO MOLINA, ex TODOS TUS MUERTOS, le puso voz; “Guns of Navarone”, “Perdido” –con un verdadero agite- y “In a Melow Tone”, tema con tuba incluida.

Cuando el final se aproximaba, un desfachatado fanático de barba rala, ubicado en las primera filas, gritó: “Eh, Hugo… Afrika!”, y el líder de la agrupación que nació allá por marzo del 2000, complaciente, se la dedicó.

Ya cuando todo se apagaba, y después de hacer “You see the toruble with me” y “Take the train”, vino el momento menos musical, pero no por eso poco sincero. LOBOS se tomó unos instantes para manifestar su agradecimiento para con “los medios independientes” que le prestan atención a bandas como DANCING MOOD y no sólo a “los que ponen plata”. “Ellos vienen y nos escuchan”, sentenció antes de hacer salir a escena a todos los que trabajan con la banda y que no son músicos. Con un escenario repleto y en un ambiente más que festivo, cerraron el show con la clásica “Occupation”, que fue solemnemente respaldada con el fervor de los presentes.

Los hechos son elocuentes y no hay conclusión que exprese más que presenciar un recital suyo. La realidad de DANCING MOOD se compone de una próxima fecha soñada para cualquier banda de reggae, un reconocimiento logrado luego de mucho trabajo y el cariño de su gente que sale de verlos arrastrando los talones y un bajón terrible, pero sabiendo que sus recitales son noches ganadas.

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