Cuando quieran

Después de su exitoso debut en 1997 en Parque Sarmiento y de su regreso triunfal en 2006 en el Teatro Colegiales y Obras, NOFX estuvo de nuevo entre nosotros. Con un nuevo disco bajo el brazo, “Coaster”, los californianos prometían dictar nuevas clases de hardcore melódico. 

¿Quién se la aguanta? 

Por lo general, el público que asiste a un espectáculo internacional sólo tolera dos bandas previas al show central. Cuando este límite se supera ampliamente genera un profundo desinterés en la monada y las agrupaciones en cuestión sufren estas consecuencias. 

El grupo encargado de abrir fue el trío de los hermanos Etchegoyen, Euforia, quienes con su ajustado punk pop sorprendieron a más de uno. “Juego enfermo” y “Nunca más”, dos canciones destacadas. Se los observó emocionados por compartir escenario con una de las agrupaciones que más los influenciaron. 

Desde San Miguel de Tucumán llegó Rolo y los Fakin Adictos con su enérgica e interesante fusión de ska-reggae-hardcore-punk. Liderados por el ex cantante de 448 -legendaria banda tucumana de los ’90-, Rolo Marín, mostraron algunas canciones de su disco debut como “América oprimida” y “Open your mind”. 

La ascendente agrupación de harcore punk Da Skate ofreció un poderoso y contundente set, el cual se centró en melodías de su segundo álbum, “Piacenza”.  Con la presencia de Guillermo –voz- y “Cirilo”–guitarra- de Eterna Inocencia en “No estás solo” se produjo el momento cúlmine del show. 

El punk rock más clásico estuvo presente gracias a los rosarinos de All The Hats. Si bien con “Mañana”y “Revolución” despertaron interés, tuvieron que esperar hasta la participación de Corvata de Carajo en “Bliztkrieg bop” (cover de The Ramones) para ser aceptados totalmente. 

¿Están cansados? 

Los Running Potatoes hicieron bailar a más uno con su festivo e intenso ska punk. El sonido no los acompañó en un comienzo; sin embargo con el transcurso del tiempo sacaron a relucir su oficio de 10 años y terminaron brindando un muy buen set. 

La gente de Hyntu aprovechó la oportunidad para adelantar canciones de su EP “Crudo”(se podrá bajar gratis desde su página web), además de repasar viejas gemas como “El santo imperio” y “Disparo dolor”. Con la versión de “Hybrid moments”, de The Misfits, se generaron los mayores pogos. 

“Será un show cortito y al pie”, dijo Mane (cantante de Los Restos) apenas accedió al escenario. Y así fue nomás, ya que pegaron una canción tras otra sin dar ningún respiro. De esta manera pasaron “Pertenecer”, “La máquina de perder” “Nuestras casas” y “Anesthecia”, de Bad Religion, entre otras. 

Shaila, una de las bandas más importantes y convocantes de la escena, no podía faltar en este evento. Los chicos ofrecieron su clásico set en donde mezclaron nuevas canciones, “Los farsantes” y “Exarhia”, con himnos, “Somos” y “Te vi (dos)”. En esta ocasión, sonaron ajustados, potentes y claros. 

A pesar de la apatía que generaban tantos grupos soportes, tanto la organización como las propias bandas ayudaron para que todo se llevará a cabo de manera cálida y sincronizada. Entre el primer acorde de Euforia (16:40) y el último de Shaila (20:40), pasaron ochos agrupaciones con apenas cinco minutos entre cada una de ellas. Así da gusto. 

Tranquilos, llegó la hora 

Ahora era el momento de los NOFX. El show, que estaba anunciado para las 21.30, se retrasó debido al inconveniente de dos de sus integrantes. Durante esos 35 minutos el público se impacientó de sobremanera. Si al principio era toda euforia y alegría, con el paso del tiempo se transformó en nerviosismo e intranquilidad. En síntesis, los silbidos reemplazaron a la felicidad inicial. 

De igual manera, cuando a las 22.05 se apagaron las luces del estadio y comenzó a sonar la introducción (un reggae adictivo), la gente dejó rápidamente atrás ese mal humor.  

Desde antes de arrancar con “Dinosaurs Will Die”, la banda sacó a relucir una constante del show: persistentes chistes internos que a veces el público no llegaba a comprender. A la gente poco le importaba y