Cuando pase el temblor

“Wasting Light”, el último disco de Foo Fighters, cosechó solo buenas críticas, todas ellas destacando por sobre todas las cosas lo potente del material. Ahora bien, ¿para tanto como para causar sismos como si de un volcán en erupción se tratara?

El último show del grupo fue en Western Springs (Nueva Zelanda); en él, Dave Grohl y el resto de los muchachos tocaron casi tres horas para más de 50.000 personas y, según informaron geólogos locales, la intensidad del evento produjo temblores equivalentes a 5.000 toneladas en movimiento.

“El terreno se sacudía tres veces por segundo a una linda constancia rítmica, pero semejante a las movilizaciones que originan las erupciones volcánicas, con repercusiones hasta dos kilómetros de distancia”, detallaron los expertos en la temática.

Ahora, se comprende, los vecinos de Nuñez quedan preocupados de cara a las presentaciones de Foo Fighters en River, el martes 3 y el miércoles 4 de abril del próximo año. Ojalá que el viejo y querido Estadio Obras no salga dañado.