RESEÑAS

¿Cuál es tu rock? ¿O pop?

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Viernes a la noche… pero sin el elegante estilo sensual

El subte, cerrado. Los colectivos lo suficientemente vacíos como para poder viajar sentada. La avenida Corrientes muta a lo largo de su extensión, entre luces, carteles y pintadas. Los carteles de las obras con la imagen de aquella vedette ahora política, como un tótem que guarda la entrada al Teatro Broadway, indica que llegué al lugar. La gente sale de la obra anterior al recital. Abundancia de maquillaje, caras sin un dejo de preocupación. La época de la lejana reelección vuelve a invadir el presente. Pero lo único que importa es que el show está por comenzar.

Sube y baja musical

Una y veinte de la madrugada, víspera del Día del Maestro. Los asientos se encontraban rodeados por las paredes bordó con los ya clásicos apliques en color dorado. El escenario se presentaba como una ventana hacia una porción del cielo estrellado que ese día no se dejaba apreciar. Faltaba poco para las dos, cuando el marco dejó el lugar para el sonido.

Las luces, que oscilaban entre el rojo y el azul, envolvían a VOXES, mientras su cantante, ALFREDO MEGY, se prestaba a llevarnos con su voz en inglés, su otra lengua después de haber vivido en Estados Unidos hasta los 14 años. “Did you come” fue el primer tema que MEGY, junto al bajista y corista PATRICIO SABATINI, la guitarra de ALFREDO GARCIA, la batería de AGUSTIN MIHANOVICH y el sonido de los teclados a cargo de PANCHI FERNANDEZ, empezó a darle color a la noche.

“R.S.N.H.M.F” y “Nineteen” fueron los temas siguientes con un sonido ciclotímico, por momentos llenos de furia y en otros en los que las notas se apartaban unas de otras para llevarnos calma. El cantante saludó a su público, compuesto por amigos y familia, entre curiosos que esperaban a los invitados de la noche.

“Para los que vienen siempre, un tema para variar”, anuncia el cantante, antes que el cover de THE DOORS, “Riders on the storm”, comience a sonar para dejar paso a “William acid head”, un muy buen tema para divertir al público con los turnos que cada miembro de la banda utiliza para llevar su sonido. El show termina y “S.S” cierra la presentación. Pero el fin estaba lejos.

Los invitados sirvieron el té

Extraño. Las bandas invitadas fueron el gancho principal y la banda principal fue una especie de telonera. P ero todo vale. ESTELARES tomó su puesto en el escenario a las dos y media, horas poco aptas para niños buenos. “Me hundo” sonó antes que el cantante, MANUEL MORETTI, amenazara que vinieron a hacer ruido. Ruido, no, lo de ustedes es música. Y de la buena. Popurrí del repertorio del melacólico grupo platense. “Mariposas”, “En la habitación” y “De la Hoya” fueron algunos de los 14 temas que sonaron. Sin el participación de ANDRES CALAMARO, “Moneda corriente” se tornó distinta al oído acostumbrado al corte de difusión, pero los cambios en el tono de voz de MORETTI suplieron la ausencia. “Pronta entrega”, tema de VIRUS y reversionado por ESTELARES, fue uno de las mejores canciones, con un sonido prolijo y respetuoso de la versión original.

Tan sólo quince minutos para las cuatro y LOS LATIGOS comenzaron su parte en la fiesta. Once temas, entre los que no faltaron “Usame y tirame”, “Luces sensacional” y el nuevo himno del grupo, “¿Cuál es tu rock?”, con FERNANDO NALE como invitado.

“Desleal” cortó por un instante el sonido pegadizo, dejando paso a la calma del sonido de las cuerdas. Sorpresa fue la presencia de YUL ACRI, ex – A-TIRADOR LASER. Pero, tal vez, lo más destacable fue la actitud del cantante, MARCELO ZEOLI, siempre enérgico y movedizo que finalizó el show con un simple “Say No More”.

Dos buenas bandas, más la sorpresa de encontrarse con un grupo bastante diferente al común de los existentes en el rock y el pop, son excusa suficiente para pisar la avenida porteña. Un sonido bien logrado se suma a la participación en los próximos recitales de GAZPACHO, MASSACRE y JUANA LA LOCA. Señores y señoras, no digan después que no avisamos.

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