Crisol de gustos

La luz del sol pegaba en las caras lagañosas de la gente que aún no se quería ir a dormir. Mientras tanto, NIKO y MINI VILLANO, gracias a la tecnología de los inalámbricos, corrían por todo el boliche con el instrumento al hombro, perturbando a los desorientados que no conocían la banda.

El repertorio que abarcó temas de la banda como los infaltables ”Claudia trampa”, “Sale caro” y “Manos vacías”, además de descontrolados medleys entre ”Anarchy in the UK”, “Rock and Roll all nite”, “Yo quiero estar sedado” y “Si yo soy así”, por parte del hiperquinético NIKO, quien parecía enchufado a 220V.

El mismo NIKO, que anunciaba que no iban a cobrar un peso por el show ya que habían salido de sorpresa, anunciaba que el verdadero show de la banda en los próximos días iba a ser mucho más descontrolado y largo que éste (que duró casi una hora y media). Hubo ofrendas para el público (un fernet gentilmente cedido por el cantante), además de centenares de púas, que daban por finalizada la jornada villana del día.

Antes a todo esto, los NONPALIDECE (bastante más calmados que los últimos) inundaron de reggae todo el lugar, mientras las tranquilas miradas de la gente y los simpáticos pasitos de baile llenaban de alegría todo el inmenso lugar costero. ”Dread al control”, “Tres balas” y “Resplandor”, llenaban de reggae roots el complejo. Se observaban bastantes dreadlocks a los saltitos, quienes ya estaban bien entrados en el tema, ya que momentos antes, en el escenario ya habían pasado los JPA, quienes homenajearon a BOB MARlEY con “One love” y “Three litle birds” pegaditos y dejando el escenario libre para todo lo que comenté anteriormente.

De esta manera se desarrolló otra noche en San Bernardo, la ciudad en donde lo que queda de la quincena, se van a seguir presentando infinidad de bandas en el mismo boliche todos los días.