RESEÑAS

Con más de un sentido

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El frío azotaba a la ciudad de Buenos Aires el pasado sábado. Esa misma noche, UMMAGUMMA hacía su presentación en el tradicional colegio de Barrio Norte.

Treinta minutos habían pasado de las diez de la noche cuando la banda salió a escena. Una pantalla circular era su única escenografía y en ella comenzaron a proyectarse diferentes imágenes. Paisajes, pirámides, faraones transcurrían de fondo mientras la agrupación interpretaba Shine on your crazy diamond.

Por otro lado, las luces tenues y el humo fueron una constante durante el show. En muchas oportunidades, costaba ver a la banda con claridad. No importaba, los azules, violetas, rojos, verdes y la humareda creaban el clima adecuado para recorrer de manera acertada la discografía del grupo inglés.

La banda se mostró sólida durante todo el show. Casi novecientas personas lo contemplaban de una manera distante. Sólo se limitaban a murmurar las canciones para sí mismos. Evaluaban la fidelidad de la interpretación a cada momento y parecían estar dispuesto a castigar cualquier variante o error. Sin embargo, a la hora de reconocer no escatimaron en aplausos.

Segunda parte

El set de UMMAGUMMA se dividió en dos. Transcurrida la primera hora, se inició la segunda parte con Pigs on the wing. A esta altura, el público parecía estar más suelto o más enamorado de la propuesta y aplaudía mucho más.

The great gig in the sky fue el tema que le dio la oportunidad de lucirse a VALERIA GARCIA, una de las tres coristas. Más tarde, en Comfortably numb, el baterista EZEQUIEL DIAZ tuvo la misma chance para sobresalir y tampoco la desaprovechó. Desde ya, ambos fueron ovacionados.

Las diferentes imágenes pasaban por la pantalla. Las luces jugaban permanentemente. Los clásicos temas de la legendaria banda sonaban sobre el escenario y la gente, a su manera, los festejó desde las butacas.

Cuando ya habían pasado más de dos horas de iniciado el show, llegaron los bises. Another brick in the wall (completa), Confortably numb y Run like hell fueron los temas que la banda interpretó para despedirse de un teatro colmado que lo saludaba de pie.

La fidelidad de las versiones hechas por el grupo fue uno de los puntos fuertes. Los climas creados por la puesta en escena, las interpretaciones y el sonido se fusionaron para que la presentación brille por su prolijidad. Show para disfrutar con más de un sentido. Para que los fanáticos de PINK FLOYD vibren y se eleven hasta alcanzar el lado oscuro de la luna.

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