Con la gotita en la nariz

Al término de la presentación de LFG, banda estilo punk, los cinco integrantes de CLARIBEL MOTA subieron a escena, entre pizzas y cervezas pedidas por los asistentes al concierto.

Para quienes no querían estar sentados, había bastante espacio para disfrutar parados del show, aunque el temor a “los de la municipalidad” por parte de los encargados del lugar hiciera que movieran a la gente de aquí para allá de manera hostil.

A los chicos de CLARIBEL se los vio con gran entusiasmo por arrancar, dispuestos a disfrutar de una nueva fecha, una nueva oportunidad de mostrar lo que vienen haciendo.

Los continuos e infaltables ensayos hacen de este grupo un ensamble combinado de estilos que pasan por el reggae, te llevan al ska, traen un poco de funky y hasta te cantan un tango con tanta pasión que se nota la música les gusta y lo transmiten.

Tenemos a CONO y JIPI, ambos en guitarra y voz, OLDIE en bajo, CQTT en batería “metronomizada” y el RUSO, última incorporación de la banda, en percusión.

Arrancaron con la bella ”Piedrabuena”, esa que te dice que “no sabés lo que es perder un poco de todo” y que te hace un enganche zarpado con el ”Reggae de Paz & Amor” de SUMO. Le siguieron ”Tito”, “Flaquito”, “Bella Mota”, “Río que sube”, “Invocación”, “Tema de Fidel”, “Nido”; los nuevos ”Mercado Chino” (durante el cual JIPI y OLDIE lucieron unos típicos sombreros chinos), “Tema Nuevo” –”al que nunca supimos nombrar de otra manera y así quedó”, explica JIPI-, y ”Rasta de Peluquería”, una de las últimas creaciones, dedicada a los rastas de Babylon a quienes le cantan “No estás en Jamaica, te quiero ver fumando porro en Etiopía”, con ragamuffin incluido.

En su ya clásico ”Lejos del Mar”, y a media luz, invitaron a SOLCITO, bella muchacha trabajadora de los asuntos del Swing, quien al compás de la música aportó su arte y nos hizo volar un poquito hacia el mar.

Finalizaron con una original versión funky de ”Get Up, Stand Up”, de BOB MARLEY, y el clásico tango ”Julito”, en el que CONO toma el micrófono y deja alma y corazón en el canto, secundado por sus no menos apasionados compañeros.

A lo largo del show se proyectaron imágenes a modo de recorrido por la corta e intensa vida de esta banda. De principio a fin, rompen el hielo con su público y no faltan los comentarios respecto a vivencias personales, curiosas internas de la banda o algún relato de lo vivido por los protagonistas durante ese día.

Se nota el esfuerzo de los ensayos, se nota que disfrutan de lo que hacen. Letras originales, melodías que mueven (fruto de la nutrición de variadas vertientes musicales), dos voces que se combinan armoniosamente y un sinfín de detalles que se juntan para hacernos pasar una buena noche.

CLARIBEL MOTA, cuando sale al escenario, pone todo lo que tiene. Suenan bien ensamblados y los resultados son para el disfrute de los sentidos. Se viene más, seguramente. La banda promete, estén atentos.