
ENTREVISTAS
“Comprar un disco es un acto de amor”
Mercurio es una disquería orientada a la venta de discos y merchandising de bandas argentinas, editadas y producidas por sellos independientes o autogestionadas.
Dj Villa Diamante (Diego Bulacio), uno de los cinco afortunados dueños de este proyecto -los otros cuatro son Marina Fages (artista plástica y voz de El Tronador), Lucy Patané (guitarrista de La Cosa Mostra y Las Taradas), Lolo Anzoategui (creador de las fiestas Dengue Dancing) y Lucas Caballero (Los Guauchos)- nos cuenta qué implica tener una disquería en la actualidad, cómo surgió la idea y nos comparte su mirada como parte de esta movida under.
¿Cuánto tardaron de la idea a la acción? ¿Qué hecho los llevó a pensar poner una disquería?
Creo que Marina me llamó por teléfono, porque se estaba vaciando este local. Y entre noviembre y diciembre estuvimos juntando el grupo. Era todo un delirio, ir a preguntar a alguien, a un amigo, “¿che, querés ser socio conmigo y con Marina de una disquería?”. Pasaron muchos que los pensaron, también muchos que por cuestiones de tiempo no podían. La cosa es que fuimos tirando algunas puntas, y así fue que Lucy, Lucas y Lolo se coparon. Si bien no éramos amigos de antes, nos conocíamos de la escena, teníamos gente en común. Cada uno era como una pequeña estrella del under; bah, del mini under. Cada uno es conocido en ciertos rubros: Lucy tiene cinco bandas, Marina por el Tronador, canta, pinta, yo como DJ, por ZZK Records, Lolo tiene una fiesta que es la Denge, que le va muy bien hace un montón de años, Lucas toca en Los Guachos, una banda de folcklore rock que es de las más importantes. Y así nos juntamos todos. Creo que nos entregaron las llaves en enero, y en febrero ya estaba el local hecho.
¿Y cómo fue la onda al momento de pensar en dinero?
Era importante que sepan que tal vez todos los meses iban a tener que poner doscientos pesos o algo, porque no se sabía muy bien qué podía pasar; tal vez terminábamos en bancarrota en la primera semana. Era como un misterio para todo el mundo.
¿Qué es lo mejor de tener una disquería?
La posta es cuando viene gente a comprar y tenés que charlar de música: en lugar de pasarla, la charlo. La gente viene buscando tal cosa, y vos les vas mostrando varios discos, les vas contando qué onda cada uno, y al final se termina llevando uno, porque tampoco se va a arriesgar con todos, pero también les paso los nombres de los demás para que los busque, los escuche y si le gusta alguno tal vez vuelve y se lo compra. El slogan que tenemos en la disquería es “escuchalo online, compralo en Mercurio”. Si te metes a nuestro Facebook, son todos links de Bandcamp.
A mí lo que me cabe es que si un pibe escucha cuatro discos, compra uno pero va a ver a las bandas, me parece que nosotros ahí estamos haciendo un aporte. Esto de vender discos no lo pensamos como para ganar plata. Termino siendo el típico vendedor de música, con eso tan torpe y tan divertido que tiene: a veces me olvido discos, a veces pienso “uhhh no le recomendé ese”.
¿Qué tiene el disco en formato físico para ofrecernos?
El formato físico en CD en sí es para apoyar a la banda. Pero cuando compro vinilos, ponele, lo hago porque me gusta el arte de tapa; algunos hasta los tengo colgados en la pared, total ya los tengo en la computadora desde antes.
Si consumo un CD o un vinilo lo hago por el arte o para apoyar a la banda, o para las dos. Si voy a un show y veo que me gusta la banda o le pusieron todo, compro el disco.
¿Y en cuanto a la calidad de cada formato?
A la hora de una escucha hogareña, yo puedo poner el último disco de El Mató, lo puedo escuchar en vinilo, en un mp3 de 320, un CD o en cassette y medio que es lo mismo. Laburando como DJ sí pienso más en la calidad, pero al momento de escuchar música en mi casa no me preocupo tanto.
¿Cuál es el mejor momento para disfrutar de un disco?
Es mi casa a la tarde, con un porro, haciendo cosas. Igual hay dos partes; si es un disco que quiero escucharlo mucho, te diría mejor en la calle con los auriculares, voy pateando con la tabla y eso me re copa, es una forma más fluida de escucharlos, es como que estás arriba de la música. Y la otra es escucharla tranca, haciendo cosas, y te va acompañando; yo soy muy hiperactivo, no me puedo quedar quieto escuchando música. Y si me gusta mucho un tema hago el shuffle para que vuelva.
A 1 año de haber abierto sus puertas, ¿cómo viene el balance? ¿Es posible que la estructura siga creciendo?
El balance emocional de los cinco está re bueno, crecimos un montón, crecimos como amigos y llevando adelante un proyecto. Es más como una situación de club, de generar movidas que estén buenas y que pasemos un buen momento. Y lo comercial es lo de siempre: un mes va bien, un mes va mal; en general la disquería va. Igualmente, hacemos cosas para generar más plata, porque bueno, esto también tiene un gasto y hay que bancar la estructura. Hasta ahora todo lo que fuimos ganando lo fuimos invirtiendo en el proyecto.
¿Podríamos decir que la música online es una forma de llegar a todos y todas, y el disco físico es solo para fetichistas?
La industria está pensada para que no sea accesible para todos, porque los discos no se encuentran; están en Mercurio y en un par de lugares más, pero no son muchos.
Una práctica que hago es preguntarle a las bandas que vienen a dejarnos sus discos dónde más los dejaron, para ver qué otras disquerías hay, pero muchos te dicen que también los venden en alguna tienda de ropa por Palermo o en alguna librería o lo dejaron en alguna disquería, pero que no saben si se lo van a tomar o no. Comprar un disco es un acto de amor en este momento, por lo menos acá; de amor a la música, de amor a las bandas y de apoyo al proyecto.
¿Vos con tu muisca preferís vender más discos o que te escuche más gente?
Yo prefiero que la gente me escuche. ¿Sabés lo que pasa? Yo como DJ Villa Diamante estoy preparando un disco y me aparecieron un par de opciones para editarlo, y una de ellas era hacer una cosa que estaba re buena pero que iba a costarle al público, de venta final, 150 mangos. Y si bien era muy flashero, le di de baja; si cuesta más caro lo escucha menos gente y yo no quiero eso, entonces prefiero ganar por otro lado. Además yo no quiero que la gente gaste $150 para que le llegue lo que yo quiero dar, así que rearmé la idea para que termine al público en veinte, treinta, cuarenta mangos.
Entonces…
El under es muy chico también y muy distribuido. Ponele, de una banda chica con suerte vendés un disco, dos por mes, no mucho más. Y acá, que vendemos diez discos un día, otro vendés dos y otro treinta y cinco, pero tampoco son números muy altos. Igual, lo bueno que tenemos es que las mismas bandas nos promocionan porque ponen nuestro local como referencia donde pueden encontrar el disco. Nos bancamos entre todos.
Disquería Mercurio: Av. Santa Fe 2729 1er piso – Local 42. Abierto de lunes a sábados de 16 a 20.
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