Como en el living de su casa

¿Por qué El Acople cubre un recital de DANIEL MELERO?

Porque Melero es uno de esos personajes atípico en el mapa de rock. Fue tecno cuando nadie lo era, moderno cuando editó un disco totalmente realizado por instrumentos virtuales, productor de LOS BRUJOS y un montón de bandas más. Renovó en muchos aspectos la escena local. Tuvo (¿tiene?) una mente abierta para no encasillar ni dejarse encasillar.

Y ahora, próximo a entrar a grabar su próximo disco, presentó sus temas más conocidos en un formato de salón. Secundado por GONZALO CAMPOS de LOS LATIGOS en guitarra, y YULIANO ACRI de SUAVESTAR en teclado y secuencias, lo suyo estuvo más cercano a un “crooner que al chico de las máquinas que supo ser.

“Quiero estar entre tus cosas”, acompañado sólo por un piano, fue el primer tema que emocionó al público. Luego seguirían “Nena mía” y el excelente “Resfriada”.

Hay canciones que se llevan algo de uno” cantaba MELERO en “Líneas”. Y uno podría pensar que era cierto. Las canciones fueron sucediéndose como una cadena de hechos fortuitos que presagiaban un final incierto. Así pasaron joyas como “Vi el amanecer”, “El reino” Y “Pequeño”, temas que pintan con una poesía clara y bella el (des)amor.

Sentado en un sillón cantaba sus temas. Aquellas canciones de las que muchos se enamoraron sonaron más íntimas y personales que en las versiones originales. Así “Palabras”, aquel tema que dice “…el universo cambia y las palabras son las mismas…”, parecía un manifiesto del músico. Y “Amor difícil”, que sonó fuerte y poderoso para un unplugged, una verdadera confesión.

Luego de casi una hora y media el show concluyó con “Sagrado Corazón” y el corte “Tu vida empieza hoy”. La gente que se había acercado al lugar para cenar pudo disfrutar de un excelente show de sobremesa. Más muchos sólo habían ido a ver a su músico.