
ENTREVISTAS
Como asesinar a Felipes: Hip hop que duele
Nunca ir con la corriente. Ese es el lema de este grupo de hip hop chileno, raro incluso para el hip hop. Durante diez años la banda trató de romper todas las barreras posibles girando por todos lados. Ese esfuerzo hizo que llegaran a los oídos de Billy Gould, bajista de Faith No More, que decidió editarlos. Ahora, con una nueva visita de los norteamericanos a Sudamérica, CAF van a ser el acto de apertura durante toda la gira, pero antes darán un show en Niceto. Hablamos con Felipe Salas, su baterista, que nos cuenta la actualidad del grupo.
Van a estar girando como acto de apertura de Faith No More. Más allá de haber sido editados por el sello de Billy Gould, parecen tener una conexión con ellos. ¿Creen que el público de FNM la tiene con ustedes? ¿Qué impresión creen que dejan en el público que no los conoce?
Es difícil generalizar, pero me imagino que en el universo de seguidores de Faith No More hay muchos melómanos que gustan de la experimentación y la mezcla de estilos musicales, y ellos sin duda conectarán con nuestra música, que sabemos es de gusto adquirido. Lo que entregamos es arte, provocar una sensación en el espectador, puede que no sea la mejor, pero esa es la idea: que duela, para bien o para mal.
Hoy CAF es una banda establecida. ¿Fueron difíciles esos primeros años de formación? Uno pude pensar que es más difícil llevar adelante una banda que combina hip hop con jazz que un trio de rock.
Hoy en día sigue siendo difícil, incluso puede que hoy sea más difícil que antes ya que hay muchas cosas que van cambiando con los años, como así también aparecen nuevas energías. Lo que nos mantiene vivos es la creación, sentir que estamos aportando algo. También la admiración por el otro al momento de componer.
Al mismo tiempo uno forma una banda recreando la música que lo influenció de joven. ¿Qué hay en el hip hop y el jazz y esa mezcla que no encontraron en otro género?
En el hip hop, la actitud y el trance, además de la importancia del mensaje. En el jazz, los colores y la libertad.
¿Y cómo trabaja la banda en el estudio? ¿Quién impone los filtros y dice qué se puede y quñe no dentro del grupo?
Normalmente cuando vamos al estudio ya está todo resuelto. De hecho grabamos a la antigua, en un día, máximo dos. Nos gusta conservar la energía de tocar todos juntos y de la interpretación en la primera toma. Capturar el momento. El trabajo es en la sala de ensayo, nos encerramos meses a componer y trabajar en las canciones.
Es muy llamativo que mezclen los géneros. En el hip hop la voz es la que manda, mientras que en el jazz uno se mueve con la música. ¿Cómo logran que eso tenga armonía?
Muy buena pregunta. Lo que es más importante para nosotros es el mensaje, y la música intenta ser la banda sonora de lo que va relatando el texto, como música incidental. Cuando hay partes instrumentales aparece el jazz. A veces hay mucha información dando vueltas, es por eso que sabemos que no es fácil oírnos por primera vez.
Esa mezcla de estilos los hizo compartir escenario con la Conchalí Big Band. ¿Cómo se sintieron con ese formato? ¿Les dio ideas para adaptar ese sonido a la banda permanentemente?
Nos encanta experimentar, llevar nuestras canciones lo más lejos posible. En 2009 hicimos un concierto con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chile, y la experiencia fue increíble. Poder escuchar los colores de los bronces, cuerdas y maderas en nuestros temas fue muy emocionante. Esta vez con la Conchalí fue muy parecido, quizás la sensación diferente, ya que la actitud de una big band es totalmente diferente a un conjunto clásico, pero ambas igual de gratificantes.
Después de estas fechas con Faith no more, ¿qué hay en el horizonte para ustedes? El año que viene se cumplen 10 años de la formación de la banda. ¿Hay algo planeado?
Estamos comenzando a trabajar en nuevo material, ya que nuestra idea es lanzar un disco el próximo año, aprovechando la celebración. Además reeditaremos nuestra discografía en un box set de lujo, ya que la mayoría de los discos están agotados, y además esperamos poder seguir mostrando nuestra música a lo largo de América Latina.
¿Creen que en estos diez años fueron muchas las cosas con las que tuvieron que luchar? ¿Se han acabado los prejuicios?
Sí, y aún sigue la lucha. Creemos que el arte cambia vidas y es emocionante cuando ves que eso pasa. Esas son las cosas que nos dan fuerza para seguir adelante.
¿Cómo se logra el arte de combinar tocar, la familia y el trabajo con una banda de proyección internacional?
Es muy complicado, y hay que dejar muchas cosas de lado, abandonar fechas y momentos especiales. Creo que hay que tener claro lo que uno busca en la vida y además rodearse de gente que entienda la forma de vida que se eligió. Es más difícil para ellos que para nosotros.
¿Qué es Como asesinar a Felipes para ustedes?
Es el único espacio de libertad que hemos creado en medio de esta locura colectiva.
* Como asesinar a Felipes se presenta el viernes 18 en Niceto Club, junto a Morbo y Mambo, y el domingo 20 en el Luna Park como acto apertura de Faith No More.
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