RESEÑAS

Cóctel bien mezcladito

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No creo que haya un nombre más adecuado para un grupo de música. Y digo esto porque llamarse MEZCLADITOS y romper esas barreras de la cultura rocker introduciendo elementos del reggae, el folklore y toques salseros, significa muchas cosas. No se ve en las bandas que hoy escuchamos en las radios y vemos en la televisión incluir en su repertorio música de las entrañas del país. O será que nos acostumbramos a escuchar una música que los canales de televisión nos licuan y nos la sirven en nuestro menú diario.

El nombre MEZCLADITOS dice y esconde mucho a la vez, es un juego que va más allá de la unión de siete músicos y su público, sino que tiene que ver con una postura frente a una forma de hacer música y ver el mundo.

Esta era la presentación de su primer disco de estudio y por las calles del barrio había expectativa. Con ese olor a hotel viejo, El teatro Verdi tiene en sus espaldas 126 años de vida. En ese lugar histórico de La Boca pasaron artistas de toda clase, desde tangueros hasta folkloristas innovando con guitarras eléctricas y aparatosas perfomances. El arcaico teatro, (Salón Verdi para los tangueros) es ahora el reducto para decenas de bandas que en busca de “lo nacional” intentan ingresar de lleno en el coqueteo de las grandes ligas del ambiente musical argentino e ir dejando en el camino el halo de ese orgullo nacional, encolumnados detrás de ARBOLITO como banda Madre del crecimiento y la unión del rock y el folklore.

MEZCLADITOS no solo interpreta y le da música a una tradición argentina, es una indefinida miscelánea de varios estilos, cumbia, salsa, candombe, chamamé y algunos rasguidos eléctricos casi HENDRIX que se dan la mano en éste, su primer disco, llamado simplemente “Mezcladitos”, después de, según los mismos músicos: “Dos años de lucha y puro pulmón”.

Ritmos calientes del continente

Era el barrio de La Boca el lugar justo para la presentación de esos estilos tan particulares de hacer música, a cinco cuadras de San Telmo y a pocos metros de Caminito, otra parte caliente del tango y el folklore argentino. El teatro Verdi tiene las puertas de madera color roble, tiene un buffet como los de antes y ese estilo barroco propio de los coliseos viejos de La Boca. En la entrada, varias sillas de madera permitían un descanso y consumir algunos tragos de esa barra autogestionada.

Todos bailaban al compás de la bossa nova brasilera y toques reggae de LOS CAFRES, mientras de un balcón del teatro colgaba una humilde bandera. “100% MEZCLADITOS ¿y qué?”

A eso de las 2:30hs de la madrugada salieron los músicos en silencio y bajo moderados aplausos. La banda que está conformada por PABLO ARIANNA en voz y percusión, FEDERICO FLORES en batería, PABLO TRIMARCHI en guitarra y coros, FERNANDO ADAMOLI en guitarra, SILVANA JARA en flauta, NICOLAS ARIANNA en percusión y a GERARDO PEREZ en bajo y coros, le tocó el turno de actuar y salir al ruedo con “Los perros”, para luego interpretar “Murga seremos”, en donde se vio brillar a la flautista SILVANA JARA y en donde las guitarras criollas descansaron sobre el tiempo murguero y potente de la batería de FEDERICO FLORES.

En todo el show brilló la voz de PABLO ARIANNA y sus manos para golpear al cajón peruano y las congas. En el transcurso de las primeras canciones produjo con ellas una variedad extensa de ritmos y cadencias diversas que sustentaban las canciones y le daban ese toque centroamericano, por ejemplo en “Cuidado”, “El eco de sus voces” y en “Negro”.

Los afiches en las calles anticipaban fiesta luego del recital. La fiesta fue antes, durante y después. No debe haber banda que logre hacer bailar salsa a todo un teatro, excepto al cronista (o sea, yo) que es muy malo. Durante todo el tiempo que duró el show nadie paró un segundo de bailar y saltar con los tamborileos de los músicos. Ni que hablar cuando sonaron “Salsa”, “Tormenta pobre va” y un final con los músicos fuera del escenario y abrazados con su público, tocando los tambores y trayendo al teatro el mítico camdombe uruguayo.

Quedan en el recuero algunas versos: “Voy pintando el cielo, voy llevando un sueño, siempre viva la ilusión” o aquella frase que abría la segunda mitad del show que decía: “Cuando se vayan todos los perros y mi paciencia se ponga a maullar”.

MEZCLADITOS es un libro abierto, pero un libro de EDUARDO GALEANO o GARCIA MARQUEZ. Es una banda que suena a América Latina. Y esa fórmula en el disco es excelente y en los recitales se traduce al idioma fiesta. El viernes solo faltó el sapucai.

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