
ENTREVISTAS
Claudio Narea: prisionero del rock
El mítico guitarrista de Los Prisioneros se presenta este fin de semana en Buenos Aires y antes habló con El Acople.com.
Nadie duda que Los Prisioneros fue la banda más importante de toda la historia del rock en Chile. Así como Los Redondos acá, fueron un fenómeno en su lugar de origen, llenando el estadio nacional dos veces (algo así como 140.000 personas), pero nunca pudieron imitar ese éxito en países vecinos, sobre todo en Argentina, donde sólo se presentaron una vez, en 1987. Luego de varias peleas internas, el grupo ya no existe y Claudio regresa a Buenos Aires para presentar canciones de la banda que compartía con Jorge González y también de su carrera solista y todos los proyectos que ha formado a lo largo de los años.
Has sido parte de bandas muy exitosas en Latinoamérica. Sin embargo, ni con Los Prisioneros ni con Profetas y Frenéticos han podido convocar masivamente de este lado de la cordillera. ¿Por qué crees que el público argentino les ha sido esquivo?
No lo sé. Los discos de Los Prisioneros fueron editados en Argentina e incluso estuvimos haciendo promoción durante una semana en Buenos Aires, tocamos en Córdoba también, etc. Pero es un hecho que no basta con ser publicados; hay que hacer muchas cosas para que el asunto levante. Conciertos, por ejemplo. Hasta los Beatles pasaron sin pena ni gloria en Estados Unidos cuando los editó el sello Vee Jay. Tiempo después, cuando Capitol los reeditó, ahí comenzó todo. Los llevaron al show de Ed Sullivan, el famoso show televisivo, y entonces comenzó la beatlemanía y se expandió por el mundo. Aunque nosotros tuvimos una buena acogida por parte de los medios en nuestra visita de abril de 1987, tal vez nuestro concierto en Obras no fue el mejor. Nunca más volvimos a tocar. Y respecto de Profetas y Frenéticos… ni siquiera fuimos publicados fuera de Chile. Tuvimos apenas un mini éxito local.
En los ‘80 ustedes cantaban “voces escépticas que cantan de política”. ¿Qué tan escépticos creés que eras en ese entonces y qué tanto creés que eres ahora? Ahora los jóvenes chilenos tienen una conciencia política mayor a la de sus padres. ¿Pensás que de algún modo contribuyeron con sus canciones a este despertar a través de los años?
Ahora soy bastante escéptico. Deseo que las cosas mejoren, tengo una opinión política y voy siempre a votar, pero eso no basta. En los ’80 participamos activamente por el No a Pinochet y aquí estamos. No contábamos con que todo se definía entre cuatro paredes. La democracia es una forma de hacernos creer que nuestra opinión cuenta, pero eso no es cierto. Está todo muy arreglado para que la situación permanezca igual. Los políticos están muy alejados del sentir de la gente común. Sin embargo la música de Los Prisioneros ayudó bastante a que la gente tome conciencia, a despertar a toda una generación.
¿Fue difícil mezclar el éxito y mantener una postura crítica al mismo tiempo? ¿Qué efecto produjo en vos tener fama y dinero? ¿Qué cambió en cuanto a tu relación con otros?
No tengo rollos ni con la fama ni con el dinero. Mi vida ha sido muy expuesta, hemos sido famosos desde que tenía 20 años. Se han hecho libros sobre nosotros y ahora un canal de televisión prepara una serie de ficción sobre la vida de la banda -una mierda en todo caso- pero no me pasa nada con eso. Yo sigo tranquilo caminando por la calle, a veces doy autógrafos, otras la gente quiere darme un abrazo o que nos tomemos una fotografía. Eso lo tomo bien. Creo que es un regalo de la vida que exista tanto cariño para nosotros. Y respecto del dinero, nunca tuve dinero ni tampoco hago mi trabajo poniendo el acento en eso.
Los mejores momentos de 2013 marcó el regreso de Profetas y Frenéticos. ¿Qué creés que te faltaba lograr con esa banda para que decidieran volver?
Sólo volvimos porque lo pasamos bien juntos. Llevábamos muchos años separados y nuestro vocalista era el único que no tenía un proyecto musical. De alguna forma este es su grupo. Por ahora es un proyecto secundario para mí. Mientras no tenga tiempo para que grabemos un disco nuevo tendrá que ser así. Ahora estoy preparando mi tercer disco solista, y después pretendo concentrarme en Profetas y Frenéticos. Esa banda me permite ser parte de un grupo de amigos; yo soy uno más, y eso me gusta.
Después de 30 años, ¿dónde se encuentra inspiración para hacer nuevas canciones en épocas donde la mayoría del público no quiere escuchar nuevas composiciones? ¿Cuál creés que es tu papel en la industria actual?
Lo de hacer nueva música tiene que ver conmigo nada más. Soy yo el que necesito hacer nuevos discos, necesito ir avanzando como artista, y por supuesto, ojalá también los nuevos temas le gusten al público. Si a la gente le gusta escuchar los temas antiguos, bien. Pero no por eso me quedaré pegado yo.
¿Te genera el mismo entusiasmo el estado actual de la música de tu país? ¿Le prestás atención a los nuevos grupos?
Es cierto, trabajé mucho junto a los músicos jóvenes desde los ’90, y algo avanzamos. Eran tiempos en los que no había una escena fuerte en Chile. Siento que la música que se hace hoy tiene un muy buen nivel; falta mayor difusión, pero las cosas han cambiado mucho desde los días en que comenzamos a tocar. Hoy existe una gran escena. No voy por la vida buscando grupos nuevos, pero si aparecen me siento interesado por escucharlos.
¿Qué te genera ir a ciertos países y empezar un trabajo de hormiga, tocando en antros y bares después de tantos años acostumbrado a ciertas comodidades?
Me gusta lo que hago. Y cada día me gusta más. He tocado en grandes estadios y en lugares muy pequeños, no tengo conflicto con eso. Incluso en los lugares pequeños tiene la gracia que puedes ver a la gente, en los estadios jamás llegarás a conectarte de esa forma con el público. Cada concierto lo espero con ansias. Piensa que hoy estoy de solista, jamás me imaginé que llegaría a plantarme así en un escenario. Para mí la música tenía que ver con tocar con los amigos, nunca tuve ganas de destacar en solitario. La vida me ha llevado a esto y me he tenido que preparar en muchos sentidos. Hoy sé que puedo hacer muchas cosas que el chico que fui hace 30 años no sospechaba ni quería.
¿Qué vamos a encontrar en tus shows en Buenos Aires? ¿Va a ser un repertorio variado?
Quiero tocar temas de todas las épocas. Es lo que hago normalmente. Por supuesto que tocaremos los clásicos de Los Prisioneros, pero también algo de la música que he venido haciendo a través de los años.
¿Qué consejo le darías hoy al Claudio Narea que recién comenzaba en esto del rock en los ‘80?
Le diría que confíe más en sus posibilidades, que todo es posible. El Claudio de los 18 años era un chico tímido que no sabía que podía componer, cantar, escribir libros, dar entrevistas, charlas motivacionales, tener un programa de radio. Cuando llegó el momento de entrar a la universidad me dejé llevar por la opinión de la gente, que por esos días era básicamente que los músicos se mueren de hambre. Opté por ingeniería y después por licenciatura en sonido. Error. Estuve en dos carreras con una fuerte base en las matemáticas sólo por seguir los consejos de los demás y no mi voz interior. Hoy, con muchos años en la música, con altos y bajos, creo que debí estudiar música; me encanta aprender todo lo relacionado con eso. No ha sido fácil, pero me encanta.
¿Cuál es tu canción preferida de toda tu obra? La que le harías escuchar a alguien que no conoce nada sobre ti.
Una que me gusta tocar es «El largo camino al éxito». Esa es mi historia.
* Claudio Narea se presenta el viernes 4 desde la medianoche en El Moura (Diagonal 74 e/ 58 y 59, La Plata), el sábado 5 desde las 22 en el Salón Pueyrredón (Av. Santa Fe 4560, CABA) y el domingo 6 en Club GBA de Villa Adelina.
[sam id=»2″ codes=»true»]
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión