PELÍCULAS

Buenos tiempos

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En tiempos menemistas, SUAR podía llevar a cabo “Comodines” y terminarla con la explosión brutal de un galpón y persecuciones de autos (¡Por Dios! Se acuerdan que en la última persecución los dos autos eran iguales. ¡La automotriz sponsor solo prestaba coches del mismo modelo!). Es que Suarosky y su método de producción tienen la convicción de que la magnitud da nivel, -y sino miren lo que hizo con “La noche del Diez”- que si lo argentino tiene la capacidad de emular el industrial yankee, tiene calidad.

Por suerte, su paisano SZIFRON piensa muy distinto. “Tiempo de valientes” aparece como la revancha del cine argentino frente a películas como “Comodines” u otras como las de ”Mojarrita y Delfín”. Una comedia policial buddy-buddy, bien hecha, con calidad de verdad (es decir, no solo en la producción), una película popular que sabe conectarse con el público sin faltarle el respeto, capaz de lograr excelente taquilla y permanencia sin necesidad de caer en vicios televisivos o reventar un galpón o camión.

SZIFRON conecta con el cine norteamericano más comercial, pero lo hace trabajando en relación a las convenciones genéricas, parodiando sus argumentos, sus situaciones (no por nada suenan los tambores de la Fox al comienzo). Como lacónicamente define la critica publicada por Clarín, la película es una cruza entre “Arma mortal” y “Analízame”, que además apila innumerables citas pop empleadas con enorme efectividad. El personaje de PERETTI aparece en una foto colgado de una montaña como TOM CRUISE en “M.I.: 2”, y su esposa señala: “Estaba a dos metros del piso”, o en otra situación no le creen a este que no tenga una doble vida al mejor estilo SCHWARZENEGGER en “Mentiras verdaderas”.

Un juego que hace trabajar al espectador medio sin caer nunca en lo obvio. Y si bien la trama y el humor miran con atención las fórmulas y modelos de Hollywood, no se deja de lado la identidad nacional. SZIFRON se ríe de la institución policial argentina, de su corrupción, burocracia, y pereza. En una escena, en segundo plano, un agente de guardia chatea por msn, un chiste buenísimo (aunque no lo parezca) que demuestra la postura frente a la policía y la atención que estimula “Tiempo de valientes” en el público. Es difícil encontrar película comercial argentina que aproveche de tal manera la puesta en escena y trabaje el humor a tal grado de sutileza y detallismo.

La tapa de una revista que se puede encontrar ahora en los puestos proclama a DIEGO PERETTI como el actor del momento, y no están errados (¡Ricardito, a compartir el podio!). La precisión con que el actor y el resto del elenco –LUQUE bárbaro también- manejan los tiempos en cada situación, hacen que hasta el chiste más tonto y repetido cause gracia. ¿Cuantas veces nos contaron el chiste del borracho en el cine? Montones, hasta en otra Buddy-buddy reciente, la “Bad boys 2” del inefable MICHAEL BAY, está la misma situación y es patética. Acá la tenemos con un porro y es enormemente efectiva. Todo apoyado en la inteligencia de SZIFRON, capaz de sacar provecho hasta en el lugar más común.

Y pensar que “Tiempo de valientes” es solo puro entretenimiento y nada más, es un error enorme. Mas allá de ser una película imprescindible para el crecimiento y la confianza del cine argentino, es una toma de posición frente a la mediocridad nacional. Así como los valientes de la película todavía tienen fe en que se pueden hacer bien las cosas dentro de la policía, SZIFRON y su película creen y demuestran que los tiempos pueden cambiar. Que se puede hacer algo comercial, de calidad y taquillero sin tener que acudir a la jeta de FRANCELLA y sin tener que dejarse caer en la canallería que abunda por nuestras tierras. La convicción de que haciendo las cosas bien, se pueden lograr buenos tiempos.

Argentina, 2005, 112’
Dirección: Damián Szifron
Intérpretes: Diego Peretti, Luis Luque, Oscar Ferreiro, Gabriela Izcovich, Martín Adjemian.

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