
SHOWS
Bomba de tiempo
Sin material nuevo desde 2007, pero con la excusa del nuevo disco en vivo que los llevó hasta Rusia, Molotov renovó la conexión con sus fans argentinos, el miércoles en el teatro Vorterix.
Emulando el nombre de la segunda película del agente James Bond, “Desde Rusia con amor” es su reciente álbum/dvd registrado en vivo desde las lejanas tierras de Europa oriental. El nuevo material sigue demorándose (programado para principios de 2013) pero eso parece importarles poco a los presentes.
“Noko” da el puntapié inicial de casi dos horas de rap, punk, rock y hasta cumbia de este cocktail latino tan atrayente que presentan. Lejos de la figura del rockstar, los Molotov se presentan en el escenario con total naturalidad. Ese perfil bajo contrasta aún más con la potencia con que encadenan canción tras canción, palo tras palo, que tiene un gran momento apenas empezado el show con “Amateur”.
El silencio discográfico no ha traído consecuencias en las presentaciones en vivo. Como ocurriera con Divididos (8 años sin editar un disco de canciones nuevas) el público se mantiene fiel ante cada visita de los mexicanos. Molotov hace rato que juega de local (además de Buenos Aires se presentó en varias provincias), y se da el lujo de escuchar los cantos que arengan a las bandas argentinas que más convocan.
El rock and roll de “Perro negro granjero” trae como invitadas a las Kumbia Queers. Además se dan el lujo de enrocar instrumentos, Randy pasa de la batería a la guitarra y la voz, sin que pierdan ni un poco de justeza. Como si fuera poco, en medio intercalan temas de la talla de “Voto latino” o “Matate Teté”. Su disco debut, “Dónde jugarán las niñas?” continúa comandando la lista de temas.
Molotov es una banda que se divierte arriba del escenario. Y cuando eso pasa es muy probable que también nos divirtamos abajo. Se suceden himnos latinos, anti-imperialistas con la ironía de “Frijolero” o la fuerza de su mayor clásico “Gimme the power”, en donde cambian la letra para conectar más con un público que corea cada palabra: “que se sienta el power argentino”.
“Puto” es un momento que todo seguidor de los mexicanos debe experimentar en vivo. Se da una comunión perfecta entre el pogo y el rugido del nombre del tema, en lo que habitualmente es un momento esperado, aunque lamentablemente va marcando el cierre del show. Luego de un breve intervalo (todo en Molotov parece urgente) vuelven al escenario. El cierre es con “Rap, soda y bohemia”, esa extraña pero imponente reinterpretación del clásico de Queen, y luego con “Rastamandita”, con una gran parte del público femenino invitado en el escenario, como ya es costumbre.
Faltaban apenas unos minutos para que cumplir las dos horas de show, sin embargo esa no era la hora programa en donde estalla Molotov. La bomba de tiempo mexicana explota a cada minuto, a cada tema, a cada salto y a cada grito.
* Fotos por Fernando Fernández
[slideshow id=101]
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión