RESEÑAS
Blues, Blues y mas Blues

Las épocas en que nos visitaban los grandes artistas internacionales quedaron como un buen recuerdo. Hoy las bandas deben utilizar el ingenio para convocar un buen marco de público, juntarse y terminar con esa “guerra” absurda de no tocar con la banda que “compite” en su género. El sábado quedó demostrado que cuando las cosas están bien organizadas se puede disfrutar de un buen espectáculo, a pesar de la tristeza que vive la juventud argentina a causa de la profunda crisis socioeconómica del país.
Ver a ALEJANDRO MEDINA o a PAPPO es ver parte de la historia del rock, sumado a otra banda legendaria y renovadora como MEMPHIS y a una con tanto auge en estos tiempos como LA MISSISSIPPI, demuestra el buen nivel de música made in Argentina.
Se escucharon temas como “Tontos” y “Jugo de tomate frío” (ALEJANDRO MEDINA) y “Like a rolling stone” por LA RUSA: una banda que viene pisando fuerte, y merece un párrafo aparte, ya que realizó un set con un alto grado de rock y blues, dejando el escenario y al público bien caliente para recibir a LA MISSISSIPPI, que arrancó con “Café Madrid”. ¿Se imaginan como estalló la gente? El placer de escuchar “El detalle”, “Mi capital”, “Hola y adiós” o “Tus amigos” y tantos otros temas, que fueron 15 en total, provocan una sensación difícil de explicar con palabras.
Pero esto no era todo: recién había concluido la mitad del concierto y subió el “CARPO” con su poderosa banda integrada por BOFF en guitarra, YULI RURH en bajo y con la vuelta de BLACK AMAYA (otra leyenda de la escena local) en batería, en reemplazo de BOLSA GONZALEZ. ¿Qué decir de PAPPO? “si cada día toca mejor”… Clásicos como “El hombre suburbano”, “Fiesta Cervezal” y “El tren de las 16” demuestran que a través del tiempo esos temas siguen tan vigentes como cuando los creó. El broche de oro fue en “El blues de Santa Fé”, donde EMILIO VILLANUEVA (MEMPHIS) realizó un solo y un dueto de saxo y guitarra con PAPPO, demostrando lo que cada uno sabe con su instrumento. Como si esto fuera poco, hubo un tremendo solo de guitarra en “Adonde esta la libertad”, que duró más de veinte minutos e hizo poner las manos rojas de los fans por tantos aplausos.
Ya con los espectadores satisfechos de tanta buena música, subió la banda de ADRIAN OTERO que demostró toda su poesía porteña, mezclando temas de sus primeros discos con los hits de los últimos años. Fue gracioso ver a PAPPO cantando “Blues de Rosario” y al propio OTERO “soplándole” la letra al oído. En la noche de los solos, hubo lugar para uno impresionante de batería en “Se necesita”, que dejó con las “cabezas rotas” a los concurrentes. Hasta alguno se animó a preguntar si había que pagar alguna diferencia en la boletería por tantas emociones recibidas. Quedaron flotando en el aire las ganas de ver a todos los músicos juntos arriba del escenario tocando algunos temas, pero seguramente no faltara oportunidad para que se repita esta propuesta.
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